San Cayetano nació en una familia acomodada y decidió dejar todo atrás para dedicarse al cuidado del prójimo. Ese gesto de renunciamiento y entrega fue muy valorado y tiene un lugar especial en la Argentina, donde cada 7 de agosto, miles de fieles se acercan a su iglesia en el barrio de Liniers, cuyo origen de conmemoración se remonta a ese día de 1547 cuando murió en Nápoles a los 77 años.
Este año, el Cardenal Mario Aurelio Poli, Arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina, en el contexto de la Fiesta del Santo Patrono del pan y del trabajo, invitó a los fieles a rezar en casa, encendiendo una vela votiva a San Cayetano en los altares domésticos. Debido a la pandemia de Covid 19, las misas se celebrarán en los santuarios sin participación del pueblo y se transmitirán en directo por televisión y en la web.
Fuente: Prensa Municipalidad de San Antonio Oeste