Volver a las raíces

El MINCYT relanzó la iniciativa de repatriación para científicos argentinos que residen en el exterior y que deseen volver al país, de forma temporal o permanente. Desde el año 2003, el Programa RAÍCES logró el retorno de más de 1.300 investigadores pero se vio afectado por el ajuste en ciencia durante los últimos años.

Este lunes, a través de un acto virtual, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCYT) relanzó el Programa RAÍCES (Red de Argentinos/as Investigadores/as y Científicos/as en el Exterior). La iniciativa nació en 2003, durante la presidencia de Néstor Kirchner, con el objetivo de repatriar a las y los investigadores argentinos que trabajaban en otros países, muchos de los cuales habían tenido que migrar debido a la fuerte crisis económica que explotó en el 2001 como consecuencia de las políticas neoliberales de los noventa.

 

El programa, que fue reconocido como política de Estado en 2008 por la Ley 26.421, tiene como objetivo incentivar, a través de subsidios y otras facilidades logísticas, el retorno de investigadores argentinos que residen en el exterior, sea para su relocalización en el país o para realizar estancias de intercambio. También busca fortalecer la conexión con las redes de científicos argentinos en el extranjero y promover el vínculo entre ellas. Para 2015, el programa había logrado el regreso de más de 1300 científicos. Sin embargo, en los últimos años, la cantidad de retornos disminuyó debido al desfinanciamiento del sistema científico nacional, y el año pasado se llegó al record mínimo de repatriados: solo hubo tres.

 

“Hasta diciembre de 2015, se jugó el primer tiempo del partido del Programa RAÍCES. Luego, entre 2016 y 2019, estuvimos en un entretiempo en el que casi no hubo posibilidad de avanzar. Ahora agarramos el inicio del segundo tiempo, donde vamos a fortalecer todos los logros obtenidos y sumar nuevos ejes de trabajo que van a hacerlo más virtuoso. Aprovechamos los meses de pandemia para mejorar la implementación del programa y actualizar el reglamento”, anunció la jefa de Gabinete de la Secretaría de Planeamiento y Políticas en CTI del MINCYT, Diana Español, a cargo de la coordinación de RAÍCES.

La funcionaria detalló diversos ejes en los que estuvieron trabajando. El primero fue quintuplicar el monto de los subsidios, que habían quedado rezagados por la inflación. Si bien la pandemia complicó los planes de retorno, ya hay ocho científicos y científicas que están regresando al país durante este mes, para cuyos regresos se invirtieron 3,6 millones de pesos. También se actualizaron los subsidios del subprograma César Milstein, dedicado a financiar estancias de investigación y formación de corta y mediana duración para científicos residentes en el exterior.

 

Otro eje central fue coordinar y generar vínculos con las redes de científicos y científicas argentinos en el exterior, algunas de ellas en países como Alemania, Canadá, Chile, Francia e Italia. Se propusieron mesas de trabajo para que también puedan ser parte del proceso colectivo de construcción del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2030 y, además, se promovió un proceso de revisión colectiva de los Premios RAÍCES (para científicos que viven en el exterior y colaboran con el sistema nacional de ciencia) y Leloir (para extranjeros que colaboran con el sistema científico argentino), para hacerlos más participativos para todas las áreas temáticas e incluir la perspectiva de género. También se actualizó el reglamento de la Comisión Asesora del Programa, que ahora podrá sesionar y tomar decisiones online de manera rápida y eficiente.

 

La presidenta del CONICET, Ana Franchi, destacó el rol de los investigadores repatriados en el fortalecimiento de la comunidad científica nacional. “La posibilidad de que los jóvenes que se han ido a especializar al exterior vuelvan y se integren en diversas provincias aporta al objetivo de la federalización. Este año, quedó en evidencia la necesidad de tener una comunidad científica que sea capaz de enfrentar una pandemia y esa comunidad no se hace de la noche a la mañana. Lleva muchos años preparar a una investigadora o investigador, por lo que apostar a programas como éste es fundamental para ampliar las oportunidades”, afirmó.

 

Por su parte, el secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, Diego Hurtado, destacó el trabajo realizado por la ex directora de Relaciones Internacionales del MINCYT, Águeda Menvielle, que llevó adelante el programa durante muchos años. También señaló que el Programa RAÍCES fue emblemático desde sus inicios en cuanto a la recomposición de un sistema científico que estaba fragmentado. “Fue un componente simbólico muy importante. Significó mucho en términos de recuperación de un proyecto de país y del establecimiento de políticas de ciencia y tecnología que apuntaron a ir detrás de ese proyecto”, indicó.

Actualmente, el programa está recibiendo solicitudes para 2021. Además de los ejes mencionados, Hurtado remarcó que pondrán énfasis en profundizar la cooperación regional. En ese sentido, iniciaron redes de científicos argentinos en Brasil y México, que se sumarán pronto a las redes ya existentes. Además, el funcionario aprovechó para mencionarotras iniciativas de cooperación impulsadas en estos meses, como la firma de un convenio para crear la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE).

 

En tanto, la semana pasada se concretó la incorporación de Uruguay al Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología (CABBIO), una iniciativa bilateral de larga trayectoria, ahora llamado Centro Latinoamericano de Biotecnología, que planea sumar otros países en el corto plazo, como Colombia y Paraguay. “Es en este contexto que quisimos rediseñar el Programa RAÍCES: pensándolo como un instrumento estratégico para fortalecer la cooperación internacional y para mejorar la ciencia y la tecnología nacional”, finalizó Hurtado.

Por Nadia Luna

 

Fuente: Agencia TSS