Roma – Más de seis millones de italianos no vacunados estarán sujetos a nuevas restricciones a partir del lunes, cuando entrará en vigencia el “Súper Green Pass” (el pase verde de vacunación reforzado), válido solo para quienes estén inmunizados.
Quienes posean el esquema de vacunación completo o hayan contraído el virus en los últimos seis meses tendrán libertad para ingresar a cines, restaurantes y estadios.
Para ellos no será necesario descargar nuevamente el Green Pass feforzado (si bien ya no durará 12 meses sino 9 y se actualizará la aplicación “Verifica C19” para los controles).
En cambio, desde el lunes se reducirán los espacios para los más de seis millones de personas que optaron por no vacunarse.
Los controles serán estrictos incluso para viajar en transporte público, ya que para acceder se deberá presentar el pase “básico”, que se obtiene con un hisopado.
Con el test negativo se podrá seguir yendo a trabajar, al gimnasio y pernoctar en un hotel. Sin embargo, no se podrá ir a restaurantes cerrados ni teatros. La falta de respeto de estas reglas implicará el pago de una multa que puede oscilar entre los 400 y los 1.000 euros. La obligación de usar el Green Pass hasta el 15 de enero de 2022 se extenderá a otros sectores, como hoteles, gimnasios, servicios ferroviarios regionales e interregionales y transporte público local.
El pase reforzado vale solo para aquellos vacunados o recuperados del virus y sirve para acceder a actividades que de otro modo serían objeto de restricciones en las zonas catalogadas como “amarillas” (de riesgo moderado), pero debe ser utilizado a partir de las zonas “blancas” (bajo riesgo) para espectáculos, eventos deportivos, restaurantes cerrados fiestas, discotecas y eventos públicos. Para la celebración de bodas, bautismos y comuniones bastará el pase básico mientras que para cumpleaños y fiestas de graduación será necesario el reforzado.
En caso de pasaje a zona “naranja” (riesgo elevado), las restricciones y las limitaciones no aplican, pero podrán tener acceso a las actividades solo quienes presenten el pase reforzado. Excepto al aire libre, donde no se necesitará certificado para almorzar afuera en un restaurante, incluso en la zona naranja.
También se prevé el fortalecimiento del sistema de control, con un dispositivo desarrollado a nivel local por los prefectos, previa consulta a la Comisión Provincial de Orden y Seguridad.
Una circular del ministerio del Interior trazó el marco en que se llevarán a cabo los controles. Los del transporte público deben implementarse de forma que garanticen la fluidez del servicio y “eviten” eventuales “tertulias y cualquier repercusión de orden público” y se reforzarán también en las zonas de ocio nocturno.
En general, la policía municipal y la Guardia de Finanzas realizarán controles en los restaurantes y establecimientos públicos, mientras que los de los autobuses y el metro se confían principalmente a la policía y los carabineros, apoyados por los agentes de tránsito y el personal de las empresas de transporte.
Los controles se harán de manera aleatoria y en la mayoría de los casos se efectuarán en estaciones y paradas.
En la zona blanca, la mascarilla no es obligatoria en exteriores, incluso si varios alcaldes emitieron sus propias ordenanzas que rigen en todo el centro histórico o en las zonas comerciales.
La mascarilla debe usarse siempre en todos los lugares cerrados, salvo el propio hogar, incluido el transporte público (aviones, trenes, autobuses) y en todas las situaciones en las que no se pueda garantizar el distanciamiento interpersonal o donde haya eventuales multitudes.
En cambio, es obligatorio en exteriores e interiores en las áreas amarilla, naranja y roja (riesgo muy elevado).
A los efectos del Pase Verde, se confirman tanto los tipos como la duración de las pruebas.
El certificado sigue siendo válido en el caso de un hisopado molecular negativo realizado en las 72 horas anteriores o rápido, en las 48 horas anteriores.
Fuente: ANSA