La solidaridad entre adultos mayores y estudiantes superiores, objetivos de un proyecto que se trató en comisiones

Un proyecto de María Inés Grandoso, que acompañan Alejandro Marinao y Mónica Silva, propone la convivencia y colaboración mutua entre adultos mayores y estudiantes universitarios. Este jueves se debatió en la comisión de Educación y Cultura.

Solidaridad, empatía, colaboración, generosidad y ayuda mutua entre adultos mayores y jóvenes estudiantes, con la intermediación, regulación y control por parte del Estado, se conjugan en los objetivos de un proyecto de ley que hoy jueves se discutió y quedó en comisión a la espera de ser analizado en una reunión entre las autoras y la Ministra de Desarrollo Humano y Articulación Solidaria Natalia Reynoso, que se concretará este viernes.

La legisladora del Frente de Todos, María Inés Grandoso, insistió con su iniciativa presentada en 2020, ahora con el acompañamiento de su par de bancada Alejandro Marinao y la legisladora de Juntos Somos Río Negro, Mónica Silva. La propuesta es crear el “Programa Convive”, cuyo objeto es promover el alojamiento compartido entre personas mayores y estudiantes terciarios y universitarios para mejorar mutuamente su calidad de vida.

La intención es organizar y respaldar la convivencia entre personas mayores, que ofrecen alojamiento, y estudiantes de nivel superior, que aportan a su vez compañía y colaboración en algunos gastos o diferentes tareas. De esa manera, se fomenta la ayuda mutua en un intercambio solidario y no lucrativo basado en la convivencia entre las dos generaciones.

“La persona mayor se mantiene en su medio habitual, evitando situaciones de deterioro personal y aislamiento social, impulsando su envejecimiento activo y motivando su participación social, se ofrece a los estudiantes una alternativa de alojamiento y vínculo social. De esta manera se facilitan las oportunidades de acceso a los estudios universitarios y terciarios de los sectores más vulnerables”, explicó Grandoso.

A través de este programa las personas mayores ofrecen al estudiante un alojamiento adecuado a sus necesidades y, como contraprestación, el estudiante se compromete a hacer compañía a la persona mayor y a colaborar con ésta en cuantas tareas o gastos decidan entre ambos, en el marco de este Programa (por ejemplo hacer la compra, acompañamiento a visitas médicas, esparcimiento, entre otros aspectos).

Grandoso mencionó antecedentes mundiales donde se llevan a cabo programas de este tipo, como en Granada donde se desarrolla el Plan “Alojamiento de estudiantes con personas mayores y/o discapacidad” o en Madrid, donde el Ayuntamiento implementa el “Programa Convive” desde hace unos 20 años. También en Barcelona existe el programa “Vivir y Convivir Barcelona”, destinado a personas mayores que se valen por sí mismas y que pueden ofrecer una habitación, y a estudiantes que tienen la residencia habitual fuera de Barcelona y precisan vivienda mientras cursan sus estudios universitarios, entre otros precedentes en distintos países.

EL ROL DEL ESTADO

El mediador en esta articulación será el Estado Provincial con la participación necesaria de las Universidades Nacionales radicadas en Río Negro, los Institutos de Formación terciarios y los municipios, con el objeto de facilitar la viabilidad del proyecto, mediante convenios específicos que realizará el Estado Provincial, a través del Ministerio de Desarrollo Humano y Articulación Solidaria y su Subsecretaría de Adultos Mayores.

La autoridad de aplicación es esa cartera, que deberá crear una Unidad Ejecutora del Programa y designar un Director responsable. La misma se conforma con dos representantes técnicos especializados de esa cartera, dos representantes técnicos especializados del Ministerio de Educación y Derechos Humanos y uno por cada Universidad Nacional que adhiera al Programa.

La Unidad Ejecutora coordinará las acciones con los restantes organismos involucrados en el Programa, propiciará la elaboración y la firma de los respectivos Convenios Marco con las Universidades y con el Ministerio de Educación, establecerá el perfil y los requisitos de admisibilidad de los aspirantes, y el contenido y condiciones mínimas de los Acuerdos Recíprocos de Convivencia.

También conformará un registro de personas mayores y de estudiantes que participen del Programa, y sus mecanismos de utilización y organizará y supervisará los Equipos Regionales de Ejecución.

El Equipo Ejecutor Regional/Local implementará el programa en el territorio. Operará bajo la dirección del funcionario regional que disponga la autoridad de aplicación, y con participación de representantes locales de las entidades educativas involucradas y del área Social del Municipio donde se ejecuta el programa.

Tendrá la responsabilidad primaria sobre la implementación práctica del Programa en el ámbito territorial de su competencia, será quien difunda y supervise el “Programa Convive”, de modo tal que los y las estudiantes inscriptos en el mismo cursen efectivamente sus estudios en el Instituto o Universidad con el cual se realizó el convenio. Así también tiene como objeto facilitar y organizar el acercamiento entre las personas adultas mayores con las Instituciones comprometidas.

Para el funcionamiento se prevé que se firme un pacto recíproco de convivencia, entre la persona mayor y el estudiante, estableciendo los derechos y obligaciones de ambas partes. Será de carácter voluntario y no lucrativo. Además, la norma fija los requisitos y de admisión al Programa para ambos participantes y sus deberes. Uno y otro deberán presentar sus solicitudes y los correspondientes informes médicos y sociales que los habiliten.

Se establece un periodo de prueba de cuatro semanas y superada esa instancia el pacto se extenderá por un ciclo lectivo.

Fuente: Prensa FDTRN