Una trabajadora de Cipolletti que se desempeñaba en el área de comunicación de una firma comercial fue despedida sin causa después de tres meses de contrato. La empresa alegó que todavía estaba en periodo de prueba pero la profesional inició un juicio. El fallo fijó una indemnización y dos multas para la parte empleadora.
La mujer se ocupaba del manejo de las redes sociales de la empresa, creaba contenido, hacía fotografía, vídeos y aportaba ideas. Consignó en la demanda que a poco de ingresar, le asignaron otras tareas administrativas y quehaceres propios de la actividad comercial. En consecuencia trabajaba muchas horas.
Después de tres meses y ocho días fue despedida verbalmente y luego recibió el telegrama. La firma adujo que se había vencido el periodo de prueba cuyo plazo exacto es de 90 días. Como la profesional demostró que continuó sus labores por fuera de ese lapso de tiempo, la sentencia hizo lugar a las indemnizaciones previstas en la legislación laboral.
El fallo receptó el reclamo por antigüedad, por el despido sin preaviso más la integración de los días trabajados ese mes, el proporcional de aguinaldo y las vacaciones no gozadas.
También aplicó dos tipos de multas. La primera está prevista en la ley de indemnizaciones laborales y dispone un incremento del cincuenta por ciento en los montos para los casos en que el empleador no abone el dinero y obligue a los y las trabajadoras a iniciar acciones judiciales para cobrar. La segunda es la del artículo 80 de la ley de Contrato de Trabajo y dispone una indemnización equivalente a tres veces la mejor remuneración mensual, normal y habitual para los casos en que el empleador no entregue el certificado de trabajo. La empresa también fue condenada a pagar todos los gastos del juicio.