La parálisis de la actividad lleva casi un año y la situación es insostenible para mucho de los actores de la pesca rionegrina. Armadores de la pesca industrial y artesanal consensuan planteo para solicitar al Gobierno provincial que puedan salir a langostino dentro del Golfo San Matías.
La emergencia pesquera que rige en la provincia patagónica mantiene cerrada la operatoria de las flotas dentro del Golfo San Matías por recomendación de los biólogos, a partir de estudios que se hicieron cuando ya la situación de los recursos estaba más que complicada.
En poco tiempo se cumplirá un año que la flota artesanal de San Antonio Oeste no tiene continuidad y casi la mayoría permanece inactiva, al punto que varios permisionarios optaron por cambiar de rubro o se embarcaron como tripulantes en las flotas langostineras que participaron de la temporada de aguas nacionales.
La semana próxima se prevé la realización de una campaña de investigación para monitorear el estado del recurso. El ministro de la Producción de la provincia de Río Negro, Carlos Banacoy, indicó que se concretará una campaña de estudio para evaluar el estado del recurso langostino en aguas jurisdiccionales del golfo San Matías. El funcionario dijo que el relevamiento comenzaría el lunes 9 de octubre,
“Comienza la campaña de langostino que va a realizar, el INIDEP nuevamente, por segundo año consecutivo, a partir de ahí tendremos más herramientas”, sostuvo.
Banacoy admitió que en base a la experiencia que le significa a Río Negro esta crisis de sus recursos pesqueros “se debe trabajar con cautela para saber qué disponibilidad tenemos de los recursos”, ya que desde el año pasado la flota industrial y la artesanal están sin poder operar, justamente por lo que ahora están solicitando que se evalúe la posibilidad que puedan ir a langostino en la zona actualmente vedada a la pesca de merluza.
El titular de la cartera provincial de Producción rionegrina mencionó que además de la investigación sobre el recurso “también tendremos herramientas como dispositivos de selectividad en la pesquería de langostino, asociada a la situación de la merluza en virtud del descarte que se produce”, agregó.
Rige en Río Negro la “emergencia pesquera” como resultado de la falta de recursos en sus aguas jurisdiccionales, a lo cual se llegó, según admiten los propios actores del sector, por la falta de adecuadas políticas de administración de las pesquerías. La falta de merluza y langostino paralizó toda la cadena productiva, los barcos no encuentran pescado, las plantas están desabastecidas y entran en crisis con las consecuencias sociales que implica el cierre de esas unidades productivas.
La situación general de la pesca en esa provincia patagónica es crítica, no solo por el estado de los recursos, sino que la actividad se ha visto seriamente afectada, las flotas paradas y las plantas de procesamiento sin materia prima, al punto que algunas tuvieron que cerrar ante la imposibilidad de tener continuidad, con el impacto económico y social que eso trae aparejado.
Fuente: Revista Puerto