Minimizar los factores de riesgo y realizar un adecuado chequeo de salud, son esenciales. Se deben hacer a toda edad, con diferentes frecuencias, promoviendo de esta manera la salud y evitando complicaciones, algunas de las cuales pueden comprometer la vida.
Con la llegada del final del receso vacacional, se retoman las actividades, entre ellas la actividad física. Desde el Comité de Cardiología del Ejercicio de la Federación Argentina de Cardiología (FAC) desarrollaron ciertas recomendaciones tanto para aquellos que retoman la actividad como para los que están pensando en comenzar la práctica deportiva profesional.
Es sabido que la actividad física trae notables beneficios a la salud, en lo que respecta al sistema cardiovascular, manteniendo su calidad funcional, postergando y muchas veces previniendo la aparición de complicaciones tan temidas como el infarto, el accidente cerebrovascular (ACV), entre otras, y hasta pudiendo evitar en algunos casos la devastadora muerte súbita. “Así nos referiremos, en este sentido a la evaluación cardiovascular previa a la participación deportiva es una estrategia médica diagnóstica cuyo principal objetivo es el detectar anomalías cardiovasculares asociadas con aumento del riesgo, con la intención de actuar estratégicamente para evitar un desenlace trágico y orientar al paciente hacia un estilo de vida favorable para su salud”, dice el Dr. Roque González (MP 3549), médico cardiólogo y miembro del Comité de Cardiología del Ejercicio de la FAC.
La Dra. Natacha González (MP 3445), médica cardióloga y Presidente del Comité de Ejercicio de la FAC, señala que estos exámenes de salud “deben ser realizados por un médico, en lo posible cardiólogo con orientación en deporte, debe incluir un interrogatorio, orientado a la búsqueda de factores de riesgo cardiovasculares, estratificación del mismo, y detección de patologías predisponentes a la muerte súbita. También se debe explorar en el interrogatorio del participante deportivo, antecedentes familiares, personales, y posteriormente un examen físico completo y en Argentina se sugiere un electrocardiograma”. Con esta primera evaluación, el médico puede determinar, en base a los hallazgos, el riesgo establecido, el tipo de deporte a practicar, si es necesaria la realización de otros estudios que brindan mayor información como un ecocardiograma, ergometría, entre otros.
El Dr. Juan Pablo Ricart (MP 115732), médico cardiólogo y miembro del Comité de Cardiología del Ejercicio de la FAC, señala que, estos chequeos dependerán de la edad del participante y el tipo de práctica, con sus variables de intensidad y duración específicas. En las etapas tempranas, y relacionado con la maduración en la salud, se sugiere una evaluación previa y una posterior a los 14 años, y a partir de la inclusión del deportista en competencias de mayor exigencia, es conveniente realizar los chequeos con mayor frecuencia. Una atención especial merece el deportista mayor de 35 años, al cual se le recomienda controles anuales, por el incremento de intensidad en el deporte practicado, y su riesgo cardiovascular en aumento por la mayor prevalencia de manifestaciones de este origen a partir de dicha frontera etaria.
Durante el ejercicio
Ya en la práctica deportiva propiamente dicha, es de vital importancia reconocer la presencia de algunos síntomas fundamentales como dolor de pecho, falta de aire que no se corresponda con el esfuerzo que se está realizando, palpitaciones, mareos, pérdida de conocimiento, dificultad para retomar un estado de recuperación, todos síntomas que pueden estar siendo manifestación, de una posible complicación cardiovascular presente o futura, resume el Dr. González.
Finalmente, como forma de complementar el cuidado de la salud y brindar seguridad a las personas, desde FAC el Dr. Ricart expresa como una buena práctica que los gimnasios o clubes de mayor concurrencia deberían contar con un desfibrilador automático (DEA) y personal capacitado en RCP ya que “asistir a una persona que tuvo un paro cardiorrespiratorio, en los primeros minutos en que sucede este evento, es la mejor estrategia para salvar esa vida”. Cabe recordar que en el caso de los establecimientos a los que asistan más de 1.000 personas/día, se recomienda tener un DEA según lo establecido por el Decreto 402/2022 que reglamentó la Ley 27.159.
A su vez, Ricart recuerda las acciones que se desarrollan anualmente desde la FAC para capacitar a más personas en las maniobras de RCP. “Bajo la idea de ´Salvá una vida con tus manos´ desarrollamos un curso en video específico en RCP que está al alcance de todos de forma gratuita en nuestra web de Comunidad”, cierra Ricart.
Teniendo en cuenta los beneficios que trae la actividad física, no solamente a la salud sino también en el aspecto psicosocial, desde la FAC se trabaja intensamente para generar conciencia sobre la importancia de contar con el chequeo predeportivo, el acompañamiento médico y nutricional para prevenir complicaciones futuras.
Fuente: Prensa Federación Argentina de Cardiología