Kasia Niewiadoma fue la reina del Mur de Huy hoy, ganando La Flèche Wallonne con un movimiento brillante en los momentos finales para llevarse una victoria tan esperada. Después de innumerables podios y temporadas de determinación inquebrantable, la piloto de CANYON//SRAM Racing merecía su dulce triunfo.
Cuando Niewiadoma cruzó victoriosa la meta, levantó su mano derecha hacia el cielo, señalando a la abuela de su pareja, fallecida ayer, cuyo anillo de compromiso adorna su mano.
Después de bajarse de la bicicleta, Niewiadoma inmediatamente pasó de la alegría a las lágrimas y de nuevo a la felicidad y el alivio con la memorable victoria.
La carrera de 146 kilómetros comenzó en Huy bajo granizo y fuertes lluvias. Después de la primera hora de carrera, una escapada de tres corredores se alejó, creando una brecha de más de cinco minutos. Con la primera de las dos ascensiones al Mur de Huy a la vuelta de la esquina, la compañera de equipo de Niewiadoma, la joven Antonia Niedermaier, tomó el ritmo de la subida y redujo a la mitad la diferencia con los líderes. En el circuito final, cuando el pelotón alcanzaba a las últimas escapadas, Elise Chabbey atacó, obligando a varias corredoras a reaccionar a menos de diez kilómetros del final.
Mientras el pelotón llegaba a las laderas inferiores del Mur de Huy, Niewiadoma esperó pacientemente a que Demi Vollering (SDW) marcara el ritmo inicial. Tres corredores se separaron del grupo y se pusieron en la lucha por la victoria cuando la pendiente alcanzó el 18%. Cuando Elisa Longo Borghini (LTK) se movió después de la señal de 200 metros restantes, Niewiadoma esperó y lanzó su movimiento mientras se acercaba la señal de 150 metros. Sin mirar atrás ni una sola vez, Niewiadoma llegó a la meta para conseguir la victoria en una carrera que había soñado ganar durante más de diez años.
REACCIONES DEL JINETE
Kasia Niewiadoma: “Espero que esta carrera inspire a mucha gente a seguir creyendo y persiguiendo sus sueños. He conseguido tantos segundos, terceros y quintos puestos. Nunca dejé de creer que, como equipo, podíamos ganar. La victoria estaba aquí esperándonos.”
“En el fondo, sabía que este era mi día. Simplemente lo sentí. La carrera fue intensa desde el principio, con un clima húmedo y frío. Al principio fue brutal cuando llovió tan fuerte y la temperatura bajó tanto. Sabía que Las condiciones estuvieron de mi lado porque siempre me beneficio de carreras duras y desafiantes como esta. Como equipo, mantuvimos una actitud positiva a pesar de todos los temblores por el frío. Mis compañeros de equipo fueron increíbles, me cuidaron, se aseguraron de que estuviera abrigado y trajeran chaquetas. “Necesitaba para poder cambiar. Significaba que podía concentrarme sólo en la final”.
“Cuando comencé mi sprint, no quería desperdiciar energía mirando a mi alrededor. Simplemente di lo mejor de mí y corrí hasta la meta para ganar. Es la décima vez que corro aquí en Flèche, y desde la primera vez que corrí En 2014, mi sueño ha sido ganar”.
“Quiero disfrutar el día de hoy. Después de cinco años sin ganar una carrera en ruta, disfrutaré este momento con mi equipo y mis compañeros. Ayer falleció la abuela de mi pareja y dijimos que corro por ella. Tengo su anillo de compromiso. Y pensé en ella tan pronto como crucé la línea. Esta victoria es un momento aún más especial”.
Fuente: Beth Duryea