La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) se concentra en estos momentos frente a la sede de la Regional Patagonia Norte del SeNaSA en General Roca. La medida forma parte del paro de 72 horas en el organismo, que afecta el sistema de exportaciones y control sanitario en todas las barreras de ruta.
El sindicato rechaza de esta manera el proyecto de Ley Bases que este lunes sería abordado en Diputados, que propicia una grave reforma del Estado que deteriorará notablemente el funcionamiento de organismos nacionales, incluido el SENASA.
“La medida de fuerza afecta el control de todas las barreras de control zoofitosanitario de ingreso de mercadería a la Patagonia, poniendo en riesgo el estatus internacional de las exportaciones de SeNaSA”, dijo Romeo Aguiar, secretario gremial de ATE. “Hacemos responsable al Gobierno de esta situación que busca destruir el Estado argentino y una historia comercial de cientos de años”.
Desde ATE aseguraron que de aprobarse la ley, el Gobierno tendrá facultades para reestructurar cualquier dependencia pública, incluso achicar, fusionar y hasta disolver cualquier organismo dejando para SeNaSA solamente la certificación de las importaciones para obtener divisas. El resto de las funciones se la van a delegar empresas privadas o incluso a los estados provinciales. También quieren que los controles de pasos fronterizos terrestres pasen a Gendarmería, y en los aeropuertos internacionales a la Aduana”.
El SeNaSA es el organismo encargado de la fiscalización de producción agroalimentaria que cuenta con la habilitación de la Organización Mundial del Comercio para controlar las normas fitosanitarias necesarias para exportar a los otros países. Se encarga de otorgar las certificaciones necesarias para el comercio internacional. Es decir, sin estos controles no habrían exportaciones ya que son el único organismo argentino con la potestad de regularlo.
Si se levantan las barreras de control zoofitosanitario, se pone en riesgo el estatus sanitario alcanzado por la Argentina, pudiendo perderse la zona libre de moscas de los frutos que dificultaría el comercio de productos con Estados Unidos, encareciendo considerablemente los costos de la exportación. También se perdería la zona libre de aftosa, por lo cual la carne que se comercializa entraría en el circuito mundial de comercialización de países con aftosa, perdiendo el mercado de países que compran carne al circuito no aftosa que se paga mucho más (como por ejemplo, Japón).
Fuente: Prensa ATE Río Negro