Cuando la niña vivía con su mamá acordaron un monto de dinero en mediación, pero después ella creció y eligió mudarse. Un fallo del fuero de Familia autorizó la modificación y le ordenó al banco la emisión de una nueva tarjeta de débito para la mujer.
El papá requirió el cambio de destino del dinero que depositaba en concepto de cuota alimentaria. Cuando se acordó el monto en mediación, su hija vivía con la mamá. Pero entró en la adolescencia y eligió convivir con su abuela. Como su hija todavía es una persona menor de edad, la cuenta y la autorización para disponer el dinero la tenía la mamá.
En febrero de este año, esas circunstancias cambiaron y la joven optó por mudarse con su abuela. Como ya se encuentra en la adolescencia, tanto el papá como la mamá coincidieron en que el cambio de domicilio sería lo mejor para su hija.
El padre continuó abonando la cuota alimentaria, pero todos los meses la madre debía retirar el dinero del banco y la nieta se lo entregaba en efectivo a su abuela, para que administrara sus gastos.
En ese contexto, el padre inició un proceso judicial en el fuero de Familia de Cipolletti. Requirió el cambio de destino de la cuota alimentaria. La madre contó con el patrocinio de la defensa pública y también intervino la defensora de menores.
Durante el trámite las partes solicitaron la reasignación de la cuenta judicial abierta y la autorización para la percepción de la cuota alimentaria por parte de la abuela. También que se dejara constancia que la madre ya no se encuentra autorizada al retiro de fondos.
Como hubo acuerdo, la jueza de familia homologó ese convenio en una sentencia. Le requirió además al banco Patagonia la reasignación de la cuenta judicial y la emisión de una tarjeta de débito para la abuela. También le ordenó a la empleadora del padre que hiciera los descuentos por la nueva cuota alimentaria.