¿Qué signos de alarma se deben tener en cuenta para evitar la enfermedad grave del dengue? ¿Es efectiva la vacuna? ¿Cuáles son las prioridades que se establecen para la vacunación? Las últimas recomendaciones a nivel regional y la opinión de especialistas de la UNSAM.
El dengue, una enfermedad viral zoonótica transmitida por el mosquito Aedes aegypti, alcanzó cifras record de casos en la Argentina, con 700.000 casos en la temporada 2023/2024 y una condición de la enfermedad que ya se considera una endemia.
El dengue es transmitido cuando el mosquito pica a una persona con el virus, desde dos días antes de que desarrolle síntomas hasta dos días después de que la fiebre se vaya. Luego, puede transmitir la enfermedad a otras personas al picarlas, por un lapso que puede durar de 4 a 14 días.
“Las últimas recomendaciones a nivel regional tienden a tratar de evitar la enfermedad grave antes que a eliminar los mosquitos, que es muy dificil de lograr”, afirmó la bióloga Alejandra Rubio, investigadora de la EHyS/UNSAM, que trabaja en estrategias de control del mosquito Aedes aegypti de bajo impacto ambiental, y detalló que por eso las principales acciones contra el dengue hoy se orientan a reconocer los síntomas, aislar a los enfermos y proteger a las personas de su entorno, a través del uso de tules, mosquiteros y ropa amplia de colores claros, entre otras acciones conjuntas.
“No hay tratamiento específico contra el virus pero si hay tratamiento sostenido, por eso es importante la detección precoz y la intervención temprana”, advirtió el médico Mauricio Caballero, pediatra del Centro Infant de Medicina Traslacional (CIMeT) de la UNSAM, y afirmó que la mayoría de los casos de dengue son asintomáticos o leves, y que solo un pequeño porcentaje de los casos se convierte en enfermedad grave que puede derivar en la muerte de los pacientes. “El 60% de las infecciones de dengue no desarrollan la enfermedad y el 40% que sí la desarrolla lo hace en dos etapas, la fase febril y la de recuperación o fase crítica”, puntualizó.
Los síntomas de dengue que pueden aparecer son fiebre, dolor de cabeza (detras de los ojos), sarpullido, dolor muscular y articular muy fuerte, nauseas o vómitos, diarrea y agrandamiento de ganglios linfáticos. En la fase crítica, puede presentarse dificultad respiratoria por aumento de liquidos y sangrados espontáneos a nivel cutáneo, así como sangrado de encías, de nariz y en heces. “Si esto no se detiene puede pasar a la fase de shock, que en algunas casos lleva a la muerte”, advirtió Caballero y dijo que “la vacunación es fundamental para prevenir formas graves de la enfermedad”.
“No hay tratamiento específico contra el virus pero si hay tratamiento sostenido, por eso es importante la detección precoz y la intervención temprana”, advirtió el médico Mauricio Caballero (derecha), pediatra del Centro Infant de Medicina Traslacional (CIMeT) de la UNSAM.
Vacunas, ¿sí o no?
Otra de las estrategias que se están implementando y sobre las cuales han circulado muchas noticias en los últimos días es la vacunación para ciertos grupos etarios, en distintos lugares del país. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, se comenzó a vacunar el 30 de septiembre, a adolescentes de entre 15 y 19 años; luego se habilitará la inscripción para jóvenes de 20 a 29 años y, por último, para adultos de 30 a 39 años, independientemente de si han tenido la enfermedad antes o no. La provincia de Buenos Aires, por su parte, tiene un esquema de vacunación sugerido que está dirigido a personas de entre 15 y 59 años que hayan cursado la enfermedad el año pasado, para evitar una reinfección que pueda ser grave.
Al respecto, Juan Manuel Castelli, especialista en enfermedades infecciosas del Hub de innovación en politicas de salud y equidad de UNSAM, detalló que la vacuna que se está aplicando en el país es tetravalente (es decir que cubre los cuatro serotipos del virus que circulan), de virus atenuado. Se trata de dos dosis de aplicación por inyección subcutanea, que ha demostrado ser segura y eficaz. “Tiene una eficacia alta, superior al 80%, por al menos cinco años y no ha mostrado tener efectos adversos graves”, detalló el especialista.
Además, advirtió que si bien las recomendaciones de la OMS sugieren comenzar a vacunar a los más jóvenes, esa estrategia puede ser efectiva cuando se trata de una vacunación masiva y sostenida en el tiempo. En Argentina, en cambio, los esquemas de vacunación varian según las distintas provincias y por el momento son limitadas. Por eso, sugiere que la prioridad debería ser para adultos y personas de riesgo, para evitar que desarrollen enfermedad grave.
Por su parte, Carla Vizzotti, directora del Hub de Innovación en Políticas de Salud y Equidad de UNSAM, agregó que cuando se trata de vacunación hay que tener en cuenta dos dimensiones, la individual y la sanitaria. “A nivel individual, siempre es recomendable, ya que es segura y efectiva”, subrayó la especialista, que fue Ministra de Salud de Argentina entre 2021 y 2023.
Por Vanina Lombardi
Fuente: Agencia TSS