El malestar en las Fuerzas Armadas por el aumento salarial y la voluntad de alejarse de cualquier protesta opositora llevaron al Gobierno a suspender las marchas militares en la ciudad de Buenos Aires y trasladar los festejos oficiales por el Día de la Independencia a Tucumán, ante un fuerte operativo de seguridad y un reducido número de militantes.
Hoy, finalmente, no habrá desfile militar en la Ciudad de Buenos Aires, pese a que el macrismo se había vanagloriado de restituirlos en 2016. Como informó este diario, las marchas militares en la Ciudad se suspendieron en el contexto de un fuerte malestar en las Fuerzas Armadas por el aumento del 8 por ciento que habían recibido, lo que forzó el jueves pasado al ministro de Defensa, Oscar Aguad, a salir a rectificar esa medida, que habían tomado hacía apenas siete días. En la previa, los militares retirados expresaron su decepción con un Gobierno que prometió “terminar con el curro de los derechos humanos” y terminó ajustándolos a ellos.
Otra de las razones de la suspensión parece ser la voluntad de alejarse de cualquier protesta opositora (incluso circuló un comunicado militar hablando de la preocupación por recibir agresiones físicas o verbales). Según informó ayer la Presidencia, hoy Mauricio Macri encabezará el acto oficial en Tucumán, a las 11, ante un número mucho menor de militares. Y con un importante operativo de seguridad.
El argumento que eligió el Gobierno para suspender el desfile de hoy no fue ni el conflicto salarial con los militares, ni las razones de seguridad (un motivo que habían usado el 20 de junio para que Macri no viajara a Rosario), sino la restricción presupuestaria pautada con el FMI.
Lo cierto es que antes de que Aguad saliera a asumir la culpa por el aumento del 8 por ciento (que había firmado nada menos que junto al coordinador del Gabinete económico, Nicolás Dujovne), desde el Gobierno venían recibiendo presiones de los militares por el aumento. Algunas se manifestaron en una circular de la Unión de Personal Militar, que cuestionó por “lastimoso” el aumento. “El Presidente de la Nación, en su condición de Comandante en Jefe de las FF.AA., pide cínicamente un nuevo esfuerzo por la vía salarial (torpemente instrumentado por algún inepto funcionario)”, se quejaron amargamente en el comunicado firmado por el coronel retirado Francisco Verna. En la circular sugerían “dejar sin efecto la tradicional Cena Anual de Camaradería, que carece de sentido en las actuales circunstancias”. Curiosamente, esa cena se suspendió sin fecha.
En su página web, el grupo de militares retirados reprodujo una serie de cartas de lectores. “Presidente: ya el grado de caradurez es realmente increíble. No solo no cumplió con su palabra empeñada en terminar con el ‘curro de los DDHH’, tampoco con recomponer los salarios que nos corresponden, sino que ahora nos pide un esfuerzo patriótico”, escribió el capitán retirado Daniel Omar García Iglesias, quien pese a estar en silla de ruedas mató hace unos años a un presunto asaltante. El militar le reclamó a Macri que “elimine los subsidios a los montoneros”. “Yo lo voté y no porque usted me gustara sino para sacar a la CFK y a todos los delincuentes ladrones del anterior gobierno. No se equivoque, nadie lo votó por ser usted un estadista, se lo votó para que metiera presos a todos los delincuentes y sacar al FpV del poder”, concluyó. Otro militar retirado se quejó de que les entregó el Ministerio de Defensa a los radicales “cuyos integrantes han demostrado ser siempre unos ineptos”. En una tercera carta, el coronel retirado Carlos Correa Madina le manifestó su “total desilusión”: “Usted no me representa como comandante de las Fuerzas Armadas y me defraudó”. Por si quedan dudas, le aclaró a Macri que ya no lo volverá a votar.
Por Werner Pertot
Fuente: Pagina 12