Milei retira a la Argentina de la OMS

La salida de la OMS anunciada por el Gobierno argentino generó críticas en todo el arco político. En un encuentro con la Red Argentina de Periodismo Científico, dos especialistas hablaron sobre las consecuencias que tendría abandonar el organismo y cuáles podrían ser las motivaciones.

El Gobierno argentino anunció el pasado martes 5 de febrero que saldrá de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un movimiento sorpresivo pero alineado con la decisión tomada por Estados Unidos tras la asunción de Donald Trump como presidente de ese país. En un comunicado del Ejecutivo, la medida se justificó en supuestas fallas de la OMS, como haber promovido “cuarentenas eternas sin sustento científico cuando le tocó combatir la pandemia de COVID-19” y que “las recetas de la OMS no funcionan porque son el  resultado de la influencia política, no basadas en la ciencia”.

“Es un disparate que no tiene absolutamente ningún beneficio”, dijo el exministro y exsecretario de Salud de la Nación (durante la gestión de Mauricio Macri) Adolfo Rubinstein cuando se le preguntó, durante una reunión virtual con integrantes de la Red Argentina de Periodismo Científico (RADPC), acerca de la decisión del Gobierno del presidente Javier Milei de retirar al país de la OMS.

Rubinstein, actual director del Centro de Implementación e Innovación en Políticas de Salud (CIIPS) del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), sostuvo que “ni la cuarentena ni sus caraterísticas fueron culpa de la OMS, ya que el marco de políticas sanitarias era potestad de cada uno de los países. Además, se trata de medidas decididas a principios de 2020, cuando no se sabía qué medidas se tenían que tomar y desde acá veíamos cómo se morían de a cientos de miles en otras parte del mundo”. Y agregó: “Más allá de que se puedan cuestionar cosas de la OMS, que es materia discutible, decir ‘me voy´ es  estar fuera de la agenda sanitaria global y también no tener influecia en lo que pueda pasar y así poner a punto las políticas de salud del país”.

En el caso de Estados Unidos, Trump había tratado de retirar a Estados Unidos de la OMS en 2020. Por entonces, acusó al organismo de una mala gestión durante la pandemia por COVID-19 pero no logró concretar su objetivo ya que el proceso de salida lleva alrededor de un año y la decisión fue cancelada por su sucesor, Joe Biden. En esta oportunidad, Trump pidió acelerar el proceso de salida, lo que implicaría un gran impacto para el organismo ya que Estados Unidos es su principal aportante de fondos. La Argentina debería atravesar un proceso similar en cuanto a lo administrativo, por lo que la medida no tendría efectos de un día para el otro. Además, la Argentina es parte de la OMS por la Ley 13211, que debería ser derogada por el Poder Legislativo o vía DNU, que luego pasará por el Congreso.

La OMS es una de varias organizaciones que surgieron tras la finalización de la II Guerra Mundial, en 1948. Actualmente, trabaja en más de 150 países y coordina la respuesta global ante emergencias sanitarias y epidemias. Uno de los hitos más importantes de la OMS fue la erradicación de la viruela, declarada en 1980. Más recientemente, coordinó la respuesta a enfermedades como el ébola en África occidental, que mató al menos a 11.000 de las más de 28.000 personas infectadas entre 2014 y 2016. La OMS llevó a cabo investigaciones sobre la seguridad de una vacuna y ayudó a detener la propagación de la enfermedad.

La salida de la Argentina de la OMS podría implica menos acceso a vacunas, insumos y medicamentos (ser miembro de la OMS implica, entre otras cosas, acceder al Fondo Estratégico y al Fondo Rotativo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el aislamiento de institutos de investigación como el ANLIS/Malbran y el INCUCAI, y la pérdida de asistencia ante emergencias globales de salud, entre otras consecuencias.

«Es muy probable que el impacto directo de la salida de la OMS sea poco importante en lo innmediato, sí en lo potencial», dijo durante el mismo encuentro virtual con la RADPC Fernando Althabe, médico especializado en epidemiología, investigador del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS). Según Althabe, que además se desempeña como consultor de la OMS, «esto ofrece un discurso claro, aislacionista, es un mal mensaje desde solidaridad global, porque los que más se benefician son los países que están en peores condiciones que nosotros. Entonces el mensaje de ‘cada uno arréglese como pueda’ es un mensaje bastante decepcionante».

La decisión del Gobierno de Milei generó rechazos en todo el arco político, la gobernación de la Provincia de Buenos Aires hasta la UCR, y de organismos internacionales como Aministía, que ya se había pronunciado en la misma línea cuando Estados Unidos eligió ese camino. La Fundación Soberanía Sanitaria también emitió un comunicado en el que detallan que salir de la OMS y/o de la OPS tendría consecuencias como quedar sin acceso a información en tiempo real sobre emergencias en salud pública y agentes infecciosos, y perder apoyo técnico y acceso a programas de cooperación científica para profesionales locales, entre otras consecuencias.

«Son shocks mediáticos  para imponer una agenda y creo que es profundamentne equivocada desde lo estratégico y lo político», consideró Rubinstein.

 

Por Bruno Massare

Fuente: Agencia TSS –