En el corazón del Barrio San Cayetano de San Antonio Oeste tarde con fuerza el espíritu de la escuela de boxeo «Nueva Vida», liderada con pasión por Pedro Rivero. Este espacio va mucho más allá de ser un simple gimnasio deportivo; se ha convertido en un faro de contención y bienestar para personas de todas las edades en una época marcada por la incertidumbre social.
Tal como nos cuenta el propio Rivero, las puertas del Salón Comunitario del Barrio San Cayetano se abren los lunes, miércoles y viernes de 20 a 22 horas para recibir a todo aquel que desee mejorar su condición física, aprender la disciplina del boxeo o simplemente encontrar un espacio positivo para su mente y cuerpo. Su invitación es clara y abierta: «las puertas están abiertas para todos, quienes quieran iniciar pueden hablar conmigo y así se pueden integrar, todos son bienvenidos».
La labor de «Nueva Vida» se sostiene gracias al apoyo de la Junta Vecinal del Barrio, a quienes Rivero agradece profundamente por brindarles el espacio para trabajar con los jóvenes y la comunidad. A pesar de las humildes instalaciones, la dedicación y el impacto de esta escuela son inmensos. Recientemente, la escuela dio un paso importante en la mejora de su espacio con tareas de pintura que renovaron el techo y las paredes del salón. Si bien la cocina aún espera su turno, este avance demuestra el compromiso de ofrecer un ambiente más agradable para todos los que participan.
La emoción de los jóvenes al ser invitados a festivales boxísticos es palpable en las palabras de Rivero. Estas oportunidades no solo les permiten mostrar lo aprendido, sino que también fortalecen el vínculo de la escuela con la comunidad boxística local. Subirse al ring frente al público es una experiencia única que los chicos valoran enormemente, más allá del resultado deportivo. «Los chicos están siempre entusiasmados y bajan muy contentos con la experiencia vivida«, destaca Rivero, resaltando la diferencia entre el entrenamiento en el salón y la adrenalina de una presentación en vivo.
La escuela «Nueva Vida» abre sus puertas a jóvenes a partir de los 11 o 12 años, considerada por Rivero como una edad ideal para comenzar, pero también recibe a cualquier persona adulta que se sienta con la energía y las ganas de entrenar. Es importante destacar que la escuela no cobra una cuota mensual, lo que la hace accesible a muchos vecinos. Sin embargo, Rivero explica que cada persona debe hacerse cargo de su seguro mensual para poder participar, garantizando así la seguridad de todos.
Con pocos elementos pero mucha voluntad, «Nueva Vida» sigue adelante. Por eso, Pedro Rivero hace un llamado a la solidaridad de la comunidad: «le pido a la gente que va a leer la nota oa escucharla que si les sobra un par de guantes o algún cabezal que no utilice a nosotros nos sirve y será más que bienvenido». Cualquier aporte, por pequeño que sea, puede marcar una gran diferencia para estos jóvenes y adultos que se encuentran en el boxeo no solo un deporte, sino también una oportunidad de crecimiento personal y un espacio de pertenencia en San Antonio Oeste.
«Nueva Vida» es mucho más que una escuela de boxeo; es un ejemplo de cómo el deporte puede transformar vidas y fortalecer comunidades, ofreciendo un anillo de oportunidades y esperanza en tiempos desafiantes.
Gentileza: Nación Escriba