Una política económica desacertada nos ha llevado a esta crisis sin precedentes desde 2001, que ha transformado el solo transcurrir de los días en un “saqueo” constante de las arcas de la Nación.
No hace falta ser un experto en economía para darse cuenta que todos los días se venden reservas internacionales con el pretexto de mantener el tipo de cambio, pero el dólar no para de subir.
Qué pasará cuando se terminen las reservas? Quién rendirá cuentas por todo este desfalco?
La situación genera mayor indignación si se tiene en cuenta que no se trata de reservas genuinas, sino de recursos obtenidos a base de endeudamiento. Ese dinero prestado que tendremos que devolver los argentinos con intereses, en vez de invertirse en obra pública y producción que generarían trabajo y riquezas genuinas, se fuga a manos de algún grupo inversor amigo de este gobierno.
Este saqueo al Estado tiene su foto de portada en la maniobra en la que el entonces ministro de Finanzas Luis Caputo vendió todas sus Lebac – casi 9 millones de pesos – para luego comprar dólares a casi $20 menos de lo que cotizan actualmente, obteniendo de ese modo una importante ganancia (duplicó el capital inicial), por haberse realizado justo antes de que comenzara la abrupta devaluación que él mismo llevó adelante.
Es decir que con esta timba financiera, se ha visto beneficiado de manera directa incluso el mismo ministro de Finanzas de la Nación, en un claro conflicto de intereses, implicando graves delitos como negociación incompatible con el ejercicio de la función pública o abuso de información privilegiada.
He solicitado a la Oficina Anticorrupción que efectúe las investigaciones correspondientes sobre este caso, que refleja tan sólo una burda fracción del enorme perjuicio que se está ejerciendo sobre nuestra Nación.
El robo es un delito y quienes lo cometen deben ser condenados, así se realice en un supermercado o en el Tesoro Nacional.
Fuente: María Emilia Soria Diputada nacional FpV-PJ