Al igual que en muchos lugares del país, la oficina del INTI de Viedma ha cerrado y hay despidos por el resto de la provincia de Río Negro. Me produce un dolor inmenso no solo por los ciudadanos rionegrinos que se quedan sin trabajo, sino también por la actividad misma del INTI y los proyectos que había: recordemos que días atrás se comunicaba el proyecto de fortalecimiento regional de trabajo conjunto del INTI con actores del Parque Industrial para el desarrollo de Pymes de Río Negro, se buscaba brindar herramientas y transferencia de tecnología, con el fin de mejorar la calidad de productos, servicios, costos, rentabilidad, producción y plazos.
Cuando estuve en el IDEVI [1] realizamos gestiones para que el INTI se instale en Viedma, cosa que se concretó en el 2016, en instalaciones del IDEVI, con la expectativa de que el INTI ayude y asesore en toda la problemática y mejoras de la Industria local y la comunidad en lo vinculado al área científico-tecnológica. Al igual que en todo el país, su tarea es primordial para la calidad de vida y la salud de los ciudadanos, así como también para el cumplimiento de las normas que sin la intervención del INTI serían imposibles de controlar para nosotros como consumidores: si paramos a cargar nafta y el surtidor dice que nos cargaron 20 litros, podemos confiar en que es así porque el INTI es quién lo inspecciona, solo para poner un ejemplo. Es asombroso que el gobierno nacional reduzca a niveles mínimos el personal del INTI, haga desaparecer oficinas del interior y deje a la deriva a los consumidores argentinos, indefensos frente a la voracidad del “mercado”.
Lamento la pérdida de trabajo para nuestros queridos vecinos. Lamento que se esfume un esfuerzo tan grande por mejorar el aspecto tecnológico e industrial de la provincia. Y repito: me sorprende que el Estado sea quién limita las oportunidades de mejoras, en lugar de ampliarlas. No solo impide el crecimiento, sino que destruye lo que ya estaba hecho, es inadmisible. Construir cuesta una década, y destruir cuesta un DNU.
Fuente: Mario Ernesto Sabbatella Legislador de Río Negro por Fuerza Nacional y Popular