Laureano Rosas (Mardan) se quedó con el título de la 75° Vuelta al Valle, en Allen, Río Negro. El ciclista oriundo de Las Flores realizó una gran contrarreloj individual en la última jornada, que le permitió asaltar el liderato de la general y consagrarse campeón de la tradicional prueba.
“Hace exactamente un año solo podía salir a rodar una hora, nadie daba un peso por mi vuelta”, recordó un emocionado Laureano, quien volvió a disfrutar sobre la bicicleta y regalar alegrías a los fanáticos en la carrera rionegrina, alzando el trofeo por segunda ocasión en su trayectoria (2013, 2018).
Para quien no lo recuerda, un accidente en cuatriciclo durante febrero de 2017 le causó una fractura de pelvis y otra debajo de la rodilla, obligándole a pasar diez meses muy duros. La extensa rehabilitación incluyó nueve operaciones, aunque su fortaleza mental y el apoyo de sus seres queridos hizo que no bajara los brazos. Nunca pensó en retirarse y, aunque costó, salió adelante.
“Ha sido un día maravilloso. Volver a ganar una gran carrera como es la Vuelta al Valle de Río Negro, con los mejores corredores del país, es bárbaro”, expresó Rosas, quien pateó el tablero al tercer día, liderando una fuga que arribó a meta con casi un minuto sobre el grupo principal. Como siempre que se encuentra en condiciones, no se iba a conformar y buscaría la victoria final.
Así, saldría a por todas en la contrarreloj individual de 20 km, disputada durante la mañana dominguera. Allí, las fuerzas acompañaron y Laureano marcó el cuarto mejor tiempo. De esta manera, la actuación sobre la ‘cabra’ le permitió asaltar el liderato y afrontar la última etapa, sobre un trazado 95 kilómetros en Allen, 7″ por delante de Nicolás Naranjo. Todavía no había nada definido y las bonificaciones darían emoción hasta la línea de sentencia.
Sin embargo, el jefe de filas de Mardan estuvo a la altura, bonificó en la meta intermedia y pudo festejar en el podio final, desde lo más alto. “Estoy feliz por lo logrado con el equipo, tenemos un gran grupo y eso facilita muchas cosas”, siguió el florense, quien estuvo protegido por Leandro Messineo, Darío Díaz, Guillermo Brunetta, Jorge Astiasarán, Francisco Monte, Leonardo Rodríguez y Emiliano Contreras.
Por último, no se olvidó de aquellos pilares fundamentales, que estuvieron en los momentos más duros y hoy son parte de este gran éxito, producto de mucho trabajo y sacrificio. “Le agradezco a mi señora y a mi hija por todo lo que hacen, acompañándome día a día; a mi familia, a los ayudantes, al técnico Ernesto Fernández, a mi preparador físico Gustavo Milla y a mi brújula Elías Pereyra, que lo sentí conmigo durante toda la semana”, finalizó Laureano, quien regresó a los primeros planos del ciclismo argentino y va por más, apuntando a la Vuelta a San Juan 2.1.
Fuente: P&V Press – Prensa Laureano Rosas – Fotos: Carlos Mir