Sabrina Ameghino conquistó la medalla de oro en el K1 200 metros; María Garro-Brenda Rojas, en K2 500 metros obtuvieron la presea de plata y Rubén Rézola, en K1 200 metros, logró la medalla de bronce, en la cuarta y última jornada del canotaje de velocidad en los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2016.
Ameghino se impuso en la prueba de K1 200 metros femenina, con un tiempo 42 segundos y 979 milésimas. El podio lo completaron la canadiense Andréanne Langlois (plata, 43:406) y la mexicana Beatriz Briones (bronce, 43:436). Con esta presea dorada, la palista de Ensenada acumula 9 medallas panamericanas (una de oro, tres de plata y 5 de bronce), igualando la marca de Walter Pérez (ahora integrante de la delegación como oficial de atletas), quien hasta hoy era el que más preseas había acumulado en estos Juegos, con 2 de oro, 4 de plata y tres de bronce.
“La abuela”, como la llaman sus amigos a Sabrina, anunció que estos serán sus últimos Panamericanos. Compitió por primera vez en Winnipeg 1999, e hizo podio en los cuatro restantes: Santo Domingo 2003 (bronce en K1 500 y K4 500), Guadalajara 2011 (plata en K2 500 y bronce en K1 200) y Toronto 2015 (plata en K2 500 y bronce en K1 200 y K4 500). Una despedida a lo grande para ella en Lima, donde se colgó dos más con el agregado de su primera dorada. Ahora sueña con estar presente el año próximo en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Al bajar del podio, Ameghino afirmó que “cuando llegué miré para el costado para estar segura, y después de festejar pregunté por las dudas para ver si era cierto. Estoy recontenta, no puedo más de la felicidad, lloro todo el tiempo como una boba. El teléfono está colapsado, me llama todo el mundo”. Agregó que “estoy feliz por lo que hicieron mis compañeras, por el equipo maravilloso que tiene el canotaje y hoy estoy muy feliz por mí, cosa que nunca antes me había atrevido a decir”.
A la hora de los agradecimientos y dedicatorias, dijo que “no quiero nombrar a nadie para no olvidarme de alguien, pero puntualmente no quiero olvidarme de mis viejos, de mi hija Vera (le había enviado un mensaje antes de la competencia que la emocionó profundamente), de cada uno que me apoyó en esta carrera, de mi tío Dany que fue quien me metió en esto, de cada entrenador que tuve, del cuerpo técnico actual que fue el que me acompañó en este último tiempo, de quien me ayudó en la rehabilitación en este último tiempo, de mi nutricionista. A todos. Y básicamente a Vera que me aguanta todo todos mis malhumores todos los días; ahora me voy a dedicar a ella que el 5 de septiembre cumple 15 años y se lo festejamos el 7”.
Garro-Rojas, con 1 minuto, 46 segundos y 932 milésimas, quedaron a 1:448 de las canadienses Andréanne Langlois-Alanna Braylougheed (oro, 1:45:484), mientras que las mexicanas Beatriz Briones-Karina Alanis (bronce, 1:47:472) completaron el podio de la categoría K2 500 metros.
En el K1 200 metros masculino, Rézola llegó tercero, con un registro de 35 segundos y 996 milésimas y conquistó la medalla de bronce. La presea dorada fue para el canadiense Dominik Crete (35:456) y la de plata, para el ecuatoriano César De Césare (35:906).
Fuente: Prensa Comité Olímpico Argentino