La Universidad Nacional del Comahue y la Fundación para la Integración Regional Argentina (FIRA) pusieron en agenda los beneficios de contar con una ‘moneda social para el desarrollo local’, con un panel compuesto por el ingeniero Mario Cafiero y la docente e investigadora Graciela Landriscini, el rector de la Universidad, licenciado Gustavo Crisafulli, y la diputada nacional Silvia Horne, integrante de la FIRA.
Se expuso sobre los beneficios de impulsar una moneda de intercambio local como dinamizador de la economía, favoreciendo la relación entre productor y consumidor, brindando mayores posibilidades de desarrollo a trabajadores de la economía popular, productores, pequeñas empresas y comerciantes y favoreciendo el acceso de la población a los bienes de consumo.
A diferencia de los clubes de trueque y ferias que florecieron en los años 2000 y 2001, la propuesta de Moneda PAR que hoy impulsa el Instituto Cafiero, la FIRA y muchas mutuales, sindicatos y universidades de distintos puntos de la Argentina, se basa en la utilización de una plataforma digital, que brinda seguridad y transparencia a las operaciones. Se trata de una aplicación similar a las de compra-venta, que al mismo tiempo permite la compra a crédito y guardar unidades de moneda para futuras compras. La diferencia central es que se trata de un proyecto solidario, que no tiene fines de lucro, las operaciones son sin interés y se propicia el desarrollo local, a partir de nodos de la iniciativa en distintos puntos de la geografía argentina. Con algunas experiencias exitosas en Moreno, Gualeguaychú y localidades de Córdoba, se espera que la Moneda PAR pueda crecer y favorecer a los productores locales, frente a la crisis económica generada por el gobierno nacional.
En la charla abierta que se desarrolló el viernes a la tarde en el Centro Cultural de Cipolletti, con su capacidad colmada, los cuatro panelistas se refirieron a la necesidad inmediata de implementar desde el Estado políticas públicas que atiendan la situación de emergencia alimentaria por la que atraviesan amplios sectores de la población que hoy tienen ingresos por debajo de la línea de la pobreza y no cubren los alimentos de la canasta básica. La actividad fue organizada por la FIRA y contó con el auspicio de la Secretaría de Extensión Universitaria.
A la hora de explicar la pérdida de valor del peso, Cafiero explicó que “en Argentina tenemos una cuasimoneda, porque el peso es una unidad de cuentas, es un medio de intercambios, pero no es un medio de atesoramiento. Nadie guarda pesos en un cajón porque sabe que al año no valen nada, y se instaló la cultura del dólar. El dólar es la moneda de atesoramiento que, lamentablemente, tenemos los argentinos y eso es lo que produce estos problemas tremendos, porque cuando hay crisis se instala la tendencia a querer ahorrar en dólares. El ahorro en dólares, inmediatamente, entra en el circuito de la fuga de capitales, que va al colchón o afuera del país”.
“La Universidad Nacional del Comahue y la Fundación para la Integración Regional Argentina, de la que formo parte, que es una organización que se ha constituido con el objetivo de que las provincias y las regiones de la Argentina podamos ser partícipes y tener voz en la construcción de las estrategias y los modelos nacionales. Los patagónicos y patagónicas estamos acostumbrados a que la mayoría de las veces nos llegan ideas, modelos planes, proyectos, generados desde las metrópolis y necesitamos tener voces desde las provincias, por eso la FIRA promueve debates de estas características”, afirmó la Diputada Nacional Silvia Horne.
El rector, licenciado Gustavo Crisafulli planteó que “para la Universidad es una obligación y orgullo poder acompañar la generación de espacios de reflexión y de debate sobre el devenir de nuestro destino como pueblo, como son los desafíos que enfrentamos no sólo en Argentina, sino en toda América Latina. Además, tenemos el orgullo de acompañar a Graciela Landriscini, que es la secretaria de Planeamiento de la Universidad en este desafío de representar al pueblo en el Congreso de la Nación. Creemos que es una obligación moral de los intelectuales comprometernos en el destino de nuestro pueblo, y en el caso de los universitarios que formamos parte de la Universidad Pública es además la obligación de responderle al pueblo que nos sostiene con su esfuerzo cotidiano”.
La licenciada Graciela Landriscini expresó que “la distribución de lo producido, de la riqueza material, de la riqueza monetaria, de la riqueza del saber como capital intangible, son recursos que se distribuyen con simetría o asimetría, dependiendo del conjunto de las instituciones que rigen una sociedad. Es el imperio de las finanzas el que condiciona y subordina el resto del desenvolvimiento de la sociedad y esto ha tomado un alcance global, que han invadido América Latina de la mano de programas de ajuste estructural, de programas de los organismos financieros de crédito y es lo que estamos viviendo hoy con bastante temblor porque condiciona las perspectivas de vida de nuestros ciudadanos”.
“Este fracaso en el que caemos reiteradamente los argentinos hace que pensemos que el sector de la economía social ya no va a ser un sector relegado, sino que pueda llegar a tener un protagonismo en una economía como la Argentina, en la que el Estado está muy complicado, el mercado también y aparece el sector de la economía social, que hoy ocupa el 10% del PBI, las cooperativas, las mutuales, los sindicatos, las obras sociales, que pueden ser el tercer motor de la economía argentina y sería muy bueno porque es el más democrático y distribuido de entrada, no es el capitalismo que genera primero la ganancia y después hay que ver cómo la distribuimos, acá se distribuye de entrada” concluyó Cafiero.
Fuente: Prensa Servicios Integrales de Comunicación