El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, y en esta ocasión el tema se centrará en la prevención del suicidio.
La Coordinación Provincial de Salud Mental Comunitaria y Adicciones trabaja en la definición de los lineamientos políticos del área, teniendo como referencia los marcos normativos vigentes de la Ley Provincial 2440 – y la Ley Nacional 26657.
Uno de los principios que organiza el programa de salud mental es la accesibilidad al sistema de salud, disponiendo de 32 equipos interdisciplinarios, compuestos por 270 profesionales y no profesionales, distribuidos en los 32 hospitales generales de nuestra provincia.
Actualmente el área de Salud Mental Comunitaria y Adicciones brinda atención aproximadamente a 9.300 personas de manera continua, con medidas de tratamiento sistemático. A este grupo se suman las consultas recepcionadas en centros de salud, consultorios externos, guardias hospitalarias, de aquellas personas que necesitan atención y/u orientación en un lapso relativamente acotado de sus vidas, por alguna necesidad puntual.
Desde el área se promueve: fortalecer la Red de Servicios de Hospitales Generales; promover espacios de gestión interinstitucional; la participación y organización comunitaria a nivel territorial; la inclusión real y efectiva de los usuarios de salud mental, generar dispositivos socios laborales y habitacionales.
También se trabaja en el fortalecimiento del recurso humano desde dos dimensiones por un lado, la capacitación-actualización sobre temas específicos, en reuniones provinciales, reuniones zonales, en las cuales no solo se socializan las cuestiones relevantes a los abordajes, sino que se brindan herramientas teóricas y técnicas que faciliten la intervención; y por el otro, la formación de recursos humanos mediante la Residencia Interdisciplinaria de Salud Mental Comunitaria, desde un enfoque comunitario e interdisciplinar. La misma se implementa desde hace aproximadamente 25 años, teniendo actualmente a 20 residentes en formación, distribuidos en seis hospitales generales.
El enfoque de trabajo es comunitario, interviniendo sobre las personas con sufrimiento mental y su entorno, mediante el tratamiento en la vida cotidiana, en los espacios que forman parte de la vida de los usuarios. La internación se considera como el último recurso disponible.
El abordaje se realiza desde distintos espacios, junto a las estructuras intermedias que brindan espacios de socialización y aprendizajes significativos. De esta manera se destaca que los equipos desarrollan diversas actividades para alcanzar el fin de inclusión social.
Todos podemos generar acciones preventivas: reconociendo signos de alerta como aislamiento, persistencia en ideas negativas, dificultad en dormir, comer y trabajar, llanto inconsolable, repentino cambio de conducta. Respetar las diferentes expresiones de sentimientos. Eliminar los prejuicios, generar espacios para que se pueda hablar (casa- escuela-otros) y desarrollar actividades sociales como sociocomunitarias, talleres y otros.
Fuente: Prensa Gobierno de Río Negro