Desde la comodidad de una heladera llena cualquiera puede hablar gratuitamente

Llama la atención que un hombre de experiencia en el funcionamiento del sindicalismo, como el secretario adjunto de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, opine tan livianamente sobre cuestiones que no cuadran con su realidad.

Más que un líder sindical, representante de miles de trabajadores estatales, Aguiar expone con claridad que no sabe de lo que habla y solo opina porque sabe que a fin de mes va a recibir un sueldo y que por ser empleado estatal no podrá ser despedido.

Es fácil hablar desde la comodidad de saber que a fin de mes percibirá su salario, que podrá llenar su heladera, vestir a su familia y ver televisión satelital. Pero aturde esa sordera de no entender que en una crisis mundial, que no tiene parangón en más de 200 años de historia de la humanidad ,hay que tomar medidas que garanticen que cada trabajador del sector privado conserve  su puesto laboral aunque deba hacer el sacrificio de ver sus ingresos ajustados por un tiempo. Hasta que esta horrorosa situación pase y volvamos a la normalidad.

Es fácil saber que no te pueden despedir y tener así la espalda cubierta para vocear sonceras y cometer tropelías, porque al final de todo está el Estado que paga tu salario.

Es fácil abrir la boca y mirar la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, cuando además de tener el ingreso mensual del estado (que pagamos entre todos con nuestros impuestos), Aguiar cobra otro sueldo por su actividad gremial, generando así una diferencia importante con sus representados.

Para Aguiar es fácil porque no está entre la espada y la pared optando por transitar el desplome de la economía entre el despido, la angustia y la miseria, o la garantía de un trabajo para poder volver a generar ingresos para la familia.

Aguiar la tiene fácil, él siempre va a estar bien y abre la boca para demostrar supina ignorancia de las leyes, algo extraño para alguien que pregona militancia sindical y defensa de los trabajadores. Además, vanamente y desde la hiel de su rencor vocifera incongruencias.
Justo él, acusado de actitudes violentas y extorsivas; justo él ,que debería ser un líder capaz de anteponer los intereses de sus representados y de su organización a los suyos y privilegia siempre su carrera política antes que a los trabajadores.

Qué fácil es criticar por algo que le pasa lejos. Pero que sepa Aguiar que este sector que él tanto cuestiona, es el que a fin de mes seguirá aportando para que pueda cobrar su sueldo y sentarse a discutir con su patronal, que es el estado, con la garantía de que seguirá teniendo trabajo. Para nosotros, en cambio, es un ajuste entre todos o la calle.

Quizás en este momento de crisis, Aguiar tome el mismo camino que hemos tomado nosotros en petroleros privados y se reduzca el sueldo y deje de cobrar la cuota sindical sin cercenar ni un beneficio para los afiliados. Quizás pueda al menos tomar un ejemplo de aquello que denosta, a menos, claro, que siga revelando sus miserias desde la comodidad de su poltrona.

Guillermo Juan Pereyra – Secretario General

Fuente: Prensa Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa