Es uno de los componentes de la llamada Dieta Mediterránea. Sus propiedades no solamente favorecen la salud del sistema cardiovascular, sino que también está indicada como prevención secundaria
Adoptar hábitos saludables, una dieta balanceada y realizar ejercicio físico se repite, casi como un mantra, en cada consulta médica. Pero lejos de ser una suposición, los estudios científicos avanzan y van dando evidencia sobre los beneficios de estos consejos que brindan los profesionales de la salud.
Recientemente, tomando como base la llamada Dieta Mediterránea, se estudiaron los beneficios del aceite de oliva extra virgen, un cultivo que se registra principalmente en San Juan, Catamarca, La Rioja y Mendoza.
El Dr. Gustavo Alcalá (MP 2163), médico cardiólogo y miembro de la Federación Argentina de Cardiología (FAC) refiere al reciente estudio CordioPrev, que mereció un premio del Colegio de Médicos de Córdoba, en el cual se estudió la diferencia entre dos grupos de individuos en los cuales uno mantuvo una dieta relativamente baja en grasa y rica en hidratos de carbono complejos, mientras la otra mitad siguió un modelo de alimentación basado en la dieta de tipo mediterráneo. “Los hallazgos de este estudio refuerzan la importancia que reviste la alimentación en los eventos cardiovasculares. Pero además demuestra los beneficios que tienen ciertos alimentos para la prevención de eventos graves como ser infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular isquémico, revascularización; bypass, cateterismos, stents, isquemia de extremidades inferiores entre personas que ya han sufrido uno y que presentan manifestaciones clínicas de enfermedad cardiovascular o coronaria”.
Los beneficios
El aceite de oliva extra virgen es un producto que se encuentra presente en muchos de los hogares. Es rico en ácidos grasos monoinsaturados lo cual contribuye a bajar el colesterol LDL, llamado malo, y aumentar los niveles de colesterol HDL, denominado como bueno. Debido a sus contenidos de vitamina E y polifenoles, “que colaboran a reducir el estrés oxidativo del cuerpo protegiendo a las células y previniendo enfermedades cardiovasculares”, señala la Dra. Natacha González (MP 3445), cardióloga y miembro de la FAC. Por otra parte, el aceite de oliva es un antiinflamatorio. De esta forma, los estudios concluyen que es un aliado que favorece la salud de los vasos sanguíneos reduciendo el riesgo de sufrir un evento cardiovascular.
Estas propiedades lo convierten en uno de los ingredientes fundamentales de la Dieta Mediterránea en la cual predominan el consumo de verduras, semillas, frutos secos y poca cantidad de proteínas animales como carne o pollo.
“El aceite de oliva se encuentra en la base de la pirámide de una alimentación saludable, es decir que debería estar presente todos los días en las comidas”, señala Alcalá y recuerda que el próximo
11 de abril se desarrollará en San Juan el seminario “Aceites de oliva y salud”, abierto a la comunidad, en donde destacados especialistas expondrán sobre la temática.
Fuente: Prensa Federación Argentina de Cardiología