El 8 de septiembre de 1820 se produce el desembarco en la bahía de Paracas de la Expedición Libertadora del Perú, lugar en el que habían fondeado los barcos que constituían el convoy y su escolta, el día anterior a las seis de la tarde.
Las operaciones de desembarco se iniciaron a las cuatro de la mañana de esa jornada memorable. Desembarcados los cuerpos del Ejercito Libertador, desde su Cuartel General, en Pisco (Perú), el General José de San Martin expidió una vibrante proclama a sus tropas recomendándoles el mas juicioso comportamiento en las tierras que recorrerían y estableciendo las penalidades a que serian acreedores los que violaran tales disposiciones.
Termina la Proclama con el siguiente párrafo: “¡Soldados! Acordaos que toda la América os contempla en el momento actual y que sus grandes esperanzas penden de que acrediteis la humanidad, el coraje y el honor que os ha distinguido siempre donde quiera que los oprimidos han implorado vuestro auxilio contra los opresores.
El mundo envidiará vuestro destino si observáis la misma conducta que hasta aquí; pero ¡Desgraciado el que quebrante sus deberes y sirva de escandalo a sus compañeros de armas! Yo lo castigare de un modo terrible y el desaparecerá de nosotros con oprobio e ignominia.
Desembarco simbólico realizado por los Granaderos en las costas de Paracas, Perú. #ArchivoRgc #Granadero #Granaderos