“Frente a quien piensa en las próximas elecciones, los jóvenes pensamos en las próximas generaciones”.
Sobre el intento de re reelección de nuestro actual gobernador y a pocas horas de conocerse la decisión del máximo órgano de justicia de nuestra provincia, hago mi aporte desde la mirada de un joven egresado de la Universidad Pública, que además de los complejos análisis técnicos que comparto en muchos aspectos sobre la clara violación de la Constitución de Río Negro que pretende el titular del Poder Ejecutivo, ve un trasfondo riesgoso para la credibilidad de los jóvenes en nuestras instituciones, cuyo efecto devastador aún es difícil dimensionar.
Como es de público conocimiento, la candidatura de Alberto Weretilneck fue impugnada por la mayoría de las organizaciones políticas de Río Negro debido a que la misma resulta ser violatoria de las reglas más básicas que rigen nuestro sistema jurídico. Me refiero a la transgresión constitucional y el desvío del ejercicio del poder en beneficio propio en aras de burlar groseramente un principio fundacional de la democracia sobre el que se asienta el SISTEMA REPUBLICANO DE GOBIERNO, que es la alternancia en el mandato.
Es así que hace muy pocos días, precisamente el 26 de febrero pasado, se conoció la decisión del primer órgano judicial encargado de resolver el asunto. El Tribunal Electoral de Río Negro en el correcto ejercicio de sus funciones, emitió su opinión de forma unánime mediante un fallo contundente que inhabilitó la pretensión de Weretilneck, por considerarla violatoria del artículo 175 de la Constitución provincial. Apelación mediante, ahora conocemos la opinión del Superior Tribunal de Justicia y lo que sigue es salir de la esfera provincial para pasar a la nacional ante la Corte Suprema de Justicia.
Considero fundamental explicar por qué tiene tanta relevancia esta cuestión, que no es sólo jurídica sino también política y social. Es que el respeto a las instituciones y el apego a la ley debe ser obligatorio para todos, pero más aún para los funcionarios públicos.
Los jóvenes, que somos quienes llevaremos adelante los destinos del país en el mañana, necesitamos creer en nuestras instituciones y requerimos un Poder Judicial que demuestre que la República no es simplemente una palabra, sino que ésta se ejerce en momentos decisivos con idoneidad e independencia respecto del poder de turno. Asimismo, necesitamos un Gobernador que antes de mirar su propia conveniencia, comprenda que es el bienestar general y el aprecio a las Instituciones democráticas de su provincia, lo que debe guiar su gestión, ya que fue elegido por el pueblo para ello, y no para hacer todo lo contrario.
Como jóvenes hijos de la Democracia recuperada en el 1983 -luego de 7 oscuros años que se llevaron la vida de muchos como nosotros, como los pibes y las pibas de “la Noche de los Lápices” somos conscientes que romper sus reglas básicas conlleva un alto mensaje negativo hacia los jóvenes; mensaje escondido, disfrazado o disimulado bajo una careta de “interpretación legal a la carta, o sea al gusto de quien desee violar lo más sagrado en nuestro sistema de derecho, LA CONSTITUCION”.
En otras palabras, el mensaje que nos deja hoy el Sr. Gobernador, es lisa y llanamente que cuando le conviene al poder de turno, no hay leyes ni constitución que valgan. Que hasta se puede pisotear un texto constitucional o tirarlo a la basura, si lo que necesita el gobernante es perpetuarse en el poder o en los privilegios que da el poder.
Jóvenes, estemos atentos…. En estos días no solamente está en juego el abuso del poder en un caso puntual que resumo diciendo que es el intento del gobernador de violar la constitución, sino lo que verdaderamente se juega es la credibilidad de los jóvenes en las instituciones democráticas. Durante años nos formamos en Educación Cívica o Formación Ética y Ciudadana o estudiando derecho en distintas asignaturas universitarias, ¿y todo para qué? para que de manera repentina, quien debiera dar el ejemplo, rompa toda la construcción en ciudadanía que nuestra educación pública forjó con tanto sacrificio y tenacidad de los trabajadores de la educación durante tantos años, para formarnos en los valores fundamentales del Estado de Derecho.
Por último, quiero decir que los jóvenes debemos respetar el Estado de Derecho por convicción y no por obligación, pero para ello necesitamos ejemplos. Pero son las autoridades que elegimos, las que deben darlo antes que nadie.
Porque queremos que cuando seamos adultos, podamos contarle a nuestros hijos y nietos, que una vez allá por el 2019, cuando un Gobernador quiso violar la Constitución, fuimos los jóvenes, las pibas y los pibes, los que dijimos “basta”, “hasta acá llegaron”, “la Constitución no se negocia”. Fuimos nosotros la juventud los que también salimos a defenderla contra viento y marea, espalda contra espalda, utilizando las herramientas que nos da la democracia, como lo son estas simples palabras que espero lleguen al oído de todos los jóvenes rionegrinos y rionegrinas.
JOVENES, UNA Y OTRA VEZ, LA CONSTITUCION NO SE VENDE, SE DEFIENDE….
J. Ernesto Montecino Odarda
35.024.441
Abogado – UNLP