Ciencia argentina en estado de alerta por ola de despidos

Esta semana se ejecutaron tandas de despidos de trabajadores del sistema científico bajo el único argumento de “ajuste fiscal”. En el CONICET, la medida fue tomada por el presidente Daniel Salamone en contra de la decisión del directorio. También hubo cesantías en el exMINCYT, la Agencia I+D+i y el SMN, entre otros organismos del sector.

En la última semana, el presidente del CONICET Daniel Salamone, el Jefe de Gabinete Nicolás Posse y el Secretario del Ciencia y Tecnología Alejandro Cosentino ejecutaron 90 despidos de trabajadores del organismo que, junto con los que se habían producido en enero, suman un total de 140 despidos. Lejos de ser un hecho aislado, hubo situaciones similares en diversas instituciones del sector científico, aprovechando la finalización de contratos con fecha del 31 de marzo de buena parte del personal que trabaja bajo la modalidad de “contratados”.

En el exMINCYT, se denunciaron más de 200 despidos; mientras que en la Agencia I+D+i, esta semana hubo 36 nuevos despidos que se agregaron a otros 45, dejando a la entidad con una reducción del 30% del total de sus trabajadores. También hubo cesantías en instituciones como el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), un organismo reconocido a nivel mundial con 150 años de trayectoria, que sufrió la desvinculación de 48 trabajadores.

Ante este panorama crítico, el sector científico continúa en estado de alerta y se están realizando asambleas y movilizaciones en todo el país. Este lunes, investigadores, becarios, estudiantes y otros trabajadores del sector se concentraron en el Polo Científico Tecnológico, situado en el barrio porteño de Palermo, para repudiar las medidas de ajuste y pedir la reincorporación de los trabajadores despedidos.

“En ningún organismo estatal hay argumentos más que la necesidad de un ajuste fiscal y la estigmatización del trabajo estatal. A nosotros nos vienen diciendo que somos ñoquis desde que empezó la campaña electoral. No hay argumentos vinculados a la idoneidad o el desempeño: son despidos profundamente ideológicos porque, en términos reales, despedir trabajadores del Estado que cobramos salarios tan bajos no mueve el amperímetro para nada”, dijo a TSS Nuria Giniger, investigadora e integrante de ATE CONICET, durante la movilización en el Polo.

Investigadores, becarios, estudiantes y otros trabajadores del sector se concentraron en el Polo Científico Tecnológico para repudiar las medidas de ajuste y pedir la reincorporación de los trabajadores despedidos.

Mientras se encontraban en asamblea, trabajadores del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN – CONICET) sostenían carteles de cara a la calle para comunicar a quienes pasaban por allí el motivo de la movilización: “¿Sabías que en el museo despidieron a siete?”; “En CONICET no sobra nadie”; “Grandes ideas solo nacen de muchas ideas pequeñas. Nadie piensa solo: ciencia es comunidad”. Cada tanto recibían bocinazos de apoyo y palabras de aliento.

Los despidos de esta semana se suman a otras medidas de ajuste que viene tomando el gobierno de Javier Milei para el sector científico desde que asumió, como el recorte del financiamiento para los proyectos de investigación, la falta de asignación de autoridades en organismos de ciencia y tecnología, la devaluación de los salarios y la reducción en el número de becas doctorales. El tema de las becas fue uno de los principales reclamos en las últimas movilizaciones, ya que el 12 de enero debía publicarse el listado de los 1300 profesionales que obtendrían las becas en diversas disciplinas. Sin embargo, la decisión se fue dilatando y esta semana se confirmó el recorte que se temía: solo se entregarán 600.

Por otra parte, Giniger remarca que además de los despidos, hay un problema adicional que es que si bien a otros trabajadores les renovaron el contrato, lo hicieron por muy corto plazo. “Es un problema bastante serio porque algunos se renovaron por dos meses, otros por tres, otros por seis y otros por nueve, con lo cual ahora tenemos esta tanda de despidos pero en dos o tres meses podemos tener otras. Esto implica un estrés laboral muy grande para el trabajador y demuestra que hay un plan claro de achicamiento de la planta administrativa del CONICET”, apunta.

Los despidos de esta semana se suman a otras medidas de ajuste como el recorte del financiamiento para los proyectos de investigación, la falta de asignación de autoridades en organismos de CyT, la devaluación de los salarios y la reducción en el número de becas doctorales.

Los trabajadores administrativos “desempeñan tareas esenciales en el funcionamiento de los organismos”, como señala un comunicado de la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICYT), en el que repudian los despidos y denuncian el “estrangulamiento progresivo que está sufriendo todo el sistema científico nacional por las medidas impulsadas desde el gobierno nacional”. Entre los despedidos, hay personal que cumplían funciones diversas como compra de insumos para investigar, vinculación tecnológica y comunicación de la ciencia, entre otras. Giniger advierte que incluso hubo despidos correspondientes al cupo trans y cupo de discapacidad, y de trabajadores que pertenecen a planta permanente.

El directorio del CONICET, máxima autoridad de decisión en el organismo junto con el presidente, también manifestó su rechazo unánime a los despidos en una declaración conjunta en la que solicitan la reincorporación del personal cesanteado. Al respecto, Giniger señala: “Todo esto se da en el marco de una gran crisis política en CONICET porque Salamone tomó la decisión de despedir a estos trabajadores en contra de la decisión del directorio. Lo que está ocurriendo es una virtual intervención del organismo y es por eso que desde ATE CONICET estamos pidiendo la renuncia de Salamone”.

En la movilización del Polo también estuvieron presentes referentes de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) y de la CONADU Histórica. “En el gremio docente universitario estamos luchando por el presupuesto que ha sido prorrogado desde el año pasado y que no alcanza para el funcionamiento de las universidades nacionales. Estamos iniciando un plan de lucha apostando a construir con otros sectores para formar un gran movimiento docente, no docente, estudiantil y con les investigadores que logre frenar estas movidas. Se requiere una amplia unidad para frenar el plan de ajuste en el sector”, advirtió Rocío Salgueiro, integrante de la Asociación Gremial Docente de la UBA (AGD UBA – CONADU Histórica).

Entre los símbolos y carteles presentes en la movilización, resaltaba la enorme bandera argentina con la inscripción “no al recorte de presupuesto” de los institutos IBYME-INGEBI del CONICET, que tienen sede en el barrio porteño de Belgrano. Es una bandera histórica que data desde las protestas que realizaban los científicos a fines de los 90, antes de la gran crisis económica del 2001 y que, cada tanto, tiene que volver a salir a la calle.

La enorme bandera argentina perteneciente a los institutos IBYME-INGEBI data desde las protestas que realizaban los científicos a fines de los 90 y cada tanto vuelve a salir a la calle.

Los integrantes de la Comisión Interna IBYME-INGEBI cuentan a TSS que sus principales reclamos son que se garantice la continuidad laboral del personal técnico y administrativo encuadrado bajo “artículo 9” y que se produzca una recomposición salarial acorde a la inflación para todos los haberes y estipendios. “La situación se agudizó aún más con la reciente confirmación de los despidos de dos compañeros administrativos, uno de cada instituto, quienes desarrollan tareas fundamentales para el funcionamiento de estas instituciones, y el brutal recorte de más del 50% en becas doctorales que producirá una nueva fuga de cerebros y un daño muy difícil de subsanar”, señalaron.

“El recuento de los caídos”

Mientras sucedía la concentración en el Polo Científico, los trabajadores del SMN, situado a unas veinte cuadras de allí, también se movilizaron en protesta por los despidos que se vendrían en el organismo. Con tambores y banderas, se acercaron a la esquina de Figueroa Alcorta y Dorrego para visibilizar la situación en cada corte de semáforo. En un poste, bajo un cartel de tránsito que indica que el Servicio Meteorológico Nacional se encuentra a 300 metros, pegaron un nuevo cartel que advierte: “A 300 metros despiden trabajadores”.

El miércoles fue el día más crítico: despidieron a 48 trabajadores de la institución, pertenecientes a estaciones distribuidas en diversas provincias, dejando sectores completamente desmantelados. “Perdón que no contesté antes, me estaban echando”, dice a TSS Matías Fernández, trabajador del SMN del área de prensa. “Yo tengo diez años de antigüedad en el Estado y cuatro acá adentro, pero han echado gente incluso de veinte años de antigüedad”, se lamenta. Es el caso, por ejemplo, de Lucas Berengua, quien trabajaba en el organismo desde hace veinte años y se fue aplaudido por sus compañeros al grito de “Lucas no se va”, como se puede ver en un video que difundió la cuenta de instagram de los trabajadores.

El miércoles fue el día más crítico para el SMN: despidieron a 48 trabajadores de la institución, pertenecientes a estaciones distribuidas en diversas provincias.

Desde ATE-SMN, explican a TSS que los 48 despidos se suman a otras 24 bajas de trabajadores que hubo en estos meses debido a la situación de incertidumbre que se experimentaba por la posible no renovación de los contratos e informan que van a pelear por la reincorporación de los despedidos. Por su parte, la Agrupación Rolando García -agrupación política del sector de ciencia y tecnología- advierte que estos despidos van a tener un impacto directo en la calidad de los pronósticos y servicios para todas las regiones del país; la calidad de las observaciones que hace como parte de una red internacional; la difusión de contenido a la población; y el desarrollo de nuevos productos y tecnologías.

El recorte de personal que se concretó en estos días en diversos organismos de ciencia es algo que las y los trabajadores del sector venían advirtiendo desde hace varias semanas. Otras instituciones afectadas fueron el Instituto Geográfico Nacional (IGN), con 22 despidos; el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), con 40; y la Administración de Parques Nacionales (APN), con 80, por solo citar algunas. Desde el Gobierno nacional, confirmaron un total de 15 mil despidos de empleados estatales. “Cómo si hubiesen desatado una guerra, aún estamos haciendo el recuento de los caídos”, dice con pesar Fernando Peirano, expresidente de la Agencia I+D+i, que hasta el momento suma 81 cesantías.

Entre las próximas acciones de protesta que realizarán las y los trabajadores del sector, habrá un banderazo conjunto de ATE CONICET y ambas CONADU en la Facultad de Medicina de la UBA el 4 de abril en defensa de la ciencia y la universidad pública. Además, se prevén dos jornadas nacionales de protesta y paro para el 10 y el 11. En el medio, el fin de semana del 6 y 7 de abril, se realizará el festival Elijo Crecer, primer festival federal de ciencia y tecnología de Argentina, con la idea de visibilizar el trabajo de las y los científicos y la situación crítica que están atravesando.

“Quienes elegimos hacer ciencia en nuestro país estamos sufriendo una política muy agresiva que busca expulsarnos del sistema e intenta desprestigiarnos instalando que no estamos capacitados y que nuestra labor no es importante para la sociedad, cuando en realidad somos recursos humanos con una formación de muy alta calidad, constantemente auditados, que nos desarrollamos mayoritariamente en universidades e institutos de investigación públicos reconocidos en todo el mundo”, señalan los integrantes de la Comisión Interna IBYME-INGEBI. “En este contexto, sostenemos nuestro compromiso para defender una ciencia y tecnología nacional al servicio del desarrollo independiente de nuestra nación”, finalizaron.

 

 

Por Nadia Luna

Fuente: Agencia TSS