Las muestras relevadas permitirán estudiar la superficie y profundidades del océano, la diversidad, estructura y funcionamiento del Bloom de cocolitosfóridos, el plancton marino y la contaminación del Océano Atlántico de Ushuaia a Buenos Aires.
El encuentro Mujeres en Ciencia tuvo lugar en Auditorio Insud organizado por la Asociación de Amigos del Instituto Weizmann de Ciencias bajo el lema Cómo navegan las mujeres el mundo científico, allí se compartieron experiencias de investigadores e investigadoras que en la actualidad realizan dos campañas oceánicas que tienen por objeto hacer un relevamiento de fitoplancton; uno de los conjuntos de organismos acuáticos que, además de ser la base de la cadena alimentaria de la vida en el agua, es responsable de más de la mitad de la actividad fotosintética en el mundo y de la producción de gran parte del oxígeno de nuestro planeta.
Las muestras relevadas permitirán estudiar la superficie y profundidades del océano, la diversidad, estructura y funcionamiento del Bloom de cocolitosfóridos, el plancton marino y la contaminación del Océano Atlántico de Ushuaia a Buenos Aires.
El equipo argentino, representado en la exposición por Paula Huber, doctora en Biología Molecular postdoc del proyecto Atlanteco y que actualmente trabaja en la Universidad Federal de São Carlos en Brasil, por Valeria Guinder y Celeste López Abbate, ambas investigadoras del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO-CONICET-UNS) de Bahía Blanca, se enfocó en conocer mejor la fenología y el ciclo de floración del cocolitofórido Emiliania huxleyi del talud continental. “Esta campaña lleva el nombre de Ana María Gayoso en honor a quién dejó un legado muy importante en la ciencia Argentina y en el conocimiento y estudio del fitoplancton marino” comentó Valeria Guinder y afirmó “ella trabajo en el estuario de Bahía Blanca en lo que es una serie temporal permanente que tiene más de 30 años de estudio, identificó especies nuevas que están atribuidas a su nombre en revistas científicas y, en el CENPAT-CONICET, de Puerto Madryn, se dedicó a estudiar el fitoplancton tóxico, que es lo que se conoce como marea roja, y fue una de las primeras en detectar estos eventos en los golfos patagónicos lo cual es valioso para la ciencia local e internacional”, aseguró la científica.
Asimismo, Valeria Guinder destacó el bajo porcentaje en información de mujeres de ciencia en Wikipedia y compartió la reciente digitalización que realizó el equipo sobre la biografía de Ana María Gayoso con la intensión de divulgar su tesis doctoral y otros documentos para plasmar y visibilizar el trabajo de una científica que además fue madre de cuatro hijos e hijas y, que dedicó su desarrollo profesional a la productividad primaria del mar, a favor del desarrollo del país.
Por su parte la Dra. Paula Huber, quién estuvo a bordo de la expedición del Houssay, compartió cómo fue la obtención de las muestras relevadas en la campaña que partió de Ushuaia el pasado 12 de noviembre arribando al puerto de Buenos Aires el 23 de ese mes, “con esta expedición vamos a poder conocer diversidad, estructura y funcionamiento del microbioma atlántico de la Patagonia, desde las pertículas como son los virus hasta organismos de mayor tamaño que componen el fitoplancton y zooplancton” afirmó la científica y agregó,“ la expedición fue muy completa, se tomaron muestras para estudiar el plancton por sus características morfológicas o fisiológicas y también por sus características moleculares, es decir, vamos a poder saber quiénes son en función de su contenido genético, cuáles son los potenciales genes presentes en los organismos y cuáles son las funciones que están ejerciendo” afirmó la experta.
La interacción con los y las investigadores que están en tierra es muy importante, por ello la conformación del equipo y las tareas que se acuerdan resultan indispensables para que la expedición sea exitosa, explicó Celeste López Abbate que además detalló que se planificaron tres acciones principales donde se identifica a la especie de cocolitofòridos y la comunidad platónica acompañante; una segunda acción de contextualización del ambiente y del florecimiento que favorece el desarrollo de éstos bloom, y la tercera actividad es analizar como interactúa éste organismo con el resto de la red trófica microbiana. Además, comentó que se realizaron muestreos nocturnos lo que permitirá facilitar una caracterización más completa de esta vida microbiana. “Este Bloom que se da todas las primaveras en el mar argentino y es tan intenso que logra verse desde el espacio” afirmó la científica.
El equipo argentino que participa del proyecto también está integrado por investigadores/as del CONICET de distintos institutos: Federico Ibarbalz, Pedro Flombaum y Martín Saraceno, investigadores en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA- CONICET-UBA) y el Instituto de Seguridad Marítima (IUSM-PNA); Rocío Loizaga y Valeria D’Agostino, investigadoras del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR-CONICET) de Puerto Madryn; y Ricardo Silva, investigador del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) de Mar del Plata.
La misión se produce en el marco de la expedición internacional Tara Microbiome Mission cuyo objetivo es estudiar el microbioma del Océano Global, donde científicos y científicas del Instituto Weizmann de Ciencias, Flora Vincent, Michel Flores y Constanze Kuhlisch serán parte de la tripulación de la goleta Tara en esta Campaña Oceanográfica Internacional que organiza la fundación Tara Oceans junto a la Universidad de Buenos Aires, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, el CONICET y la Prefectura Naval Argentina. “Estudiamos el Mar Argentino porque es uno de los más ricos del mundo a nivel biodiversidad. Los florecimientos o también llamados booms de sus algas se caracterizan por producir manchas de alta reflectancia, fácilmente identificables en imágenes satelitales y es uno de los mayores a nivel global. Por ello hay un creciente interés en estudiar in situ mediante estas campañas oceanográficas, para comprender mejor su composición y los procesos ecológicos, incluso a nivel molecular, que realizan”, afirmó la experta Vincent.
Fuente: Prensa Conicet