Casi 80 hectáreas ubicadas en distintas localidades del Alto Valle cuentan ahora con la protección de mallas antigranizo para sus cultivos.
Desde hace tres años el Gobierno Provincial puso a disposición del sector frutícola un financiamiento para la compra y colocación de este sistema de defensa contra los fenómenos meteorológicos, que no sólo permite resguardar la producción, sino que mejora la calidad de la fruta.
Puesto en marcha en el año 2017, este programa “entregó ese primer año, seis créditos. Era una herramienta nueva para los productores, pero igual, dentro de todo, tuvo bastante adhesión. Ese año se cubrieron aproximadamente unas 20 hectáreas”, explicó el subsecretario de Fruticultura, Pablo de Azevedo, sobre los inicios de esta propuesta.
“Con esa primera experiencia, en el 2018 pusimos a disposición nuevamente la línea, esta vez con algunos cambios de acuerdo a lo que aprendimos y, desde esa fecha a hoy entregamos 15 créditos. Diez ya están terminado y cinco están en ejecución, lo que permitió cubrir casi 80 hectáreas en distintas localidades del Alto Valle. Esto significó un aporte del Gobierno Provincial que, se bien habría que dolarizarlo, hoy en pesos es aproximadamente 29 millones”, agregó el funcionario del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Principalmente la colocación de mallas protege a los cultivos de fenómenos climáticos como la lluvia y el granizo, pero contar con ellas también tiene otros beneficios. “Está comprobado técnicamente que disminuye la asoleada de los frutos, protege del viento y, que se pueden hacer aplicaciones o curas incluso con viento. Es decir que tiene mejora la calidad de los frutos”.
La continuidad de este financiamiento permitió que “nosotros adquiramos experiencia lógicamente, pero notamos que el productor también fue ganando experiencia y que sea hoy él mismo el que te dice los beneficios de la malla: Mira tenía 25 por ciento de daño por el sol y hoy sólo tengo 5. Que mejor ejemplo que éste ante los pares. Hoy son ellos mismos quienes te venden el producto y se convierten en promotores de las mallas”, señaló entusiasmado por el nivel de adhesión al programa.
El crédito ofrecido tiene previsto la colocación hasta un máximo 4 hectáreas, módulo de superficie aceptable para realizar esta fuerte inversión. Los mismos se entregan a través de Río Negro Fiduciaria “con una tasa de interés anual que hoy en el mercado no existe, el financiamiento es del 12,5 por ciento anual en pesos, un año de gracia y siete años para pagarlo. Por esos vemos este crecimiento desde el primero año, en el que sólo financiamos seis mallas, hasta ahora que ya son 15 los créditos otorgados”.
Además del acompañamiento constante de estos últimos tres años, “hay que felicitar a estos productores que hicieron una inversión grande. Estamos hablando de que una malla sale entre 12 y 15 mil dólares la hectárea, dependiendo la distribución en la chacra. Pero eso hay que destacar las ganas que tiene el productor de seguir haciendo cosas y apostando a esta fruticultura y con esta tecnología”.
Fuente: Prensa Gobierno de Río Negro