Con las defensas bajas

Nacional – Desde la llegada de Cambiemos al poder se realiza un silencioso proceso de achicamiento del Régimen del Personal de Investigación y Desarrollos de las Fuerzas Armadas, que hasta ahora se materializó en dos acciones concretas: un fuerte recorte en las jubilaciones futuras y el congelamiento de su planta de personal.

El 15 de mayo de 1973, a diez días de dejar el Gobierno, el dictador Agustín Lanusse emitió el Decreto N° 4.381/1973 por el cual creaba un sistema específico de carrera para el personal de investigación científica o desarrollo tecnológico (I+D) en organismos militares, denominado Régimen del Personal de Investigación y Desarrollos de las Fuerzas Armadas (RPIDFA). Ocho días más tarde, el mismo Lanusse sancionó la Ley N° 20.464, que aprobaba el estatuto de la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la del Personal de Apoyo a la Investigación y Desarrollo de la misma institución.

La creación del RPIDFA y de las carreras del CONICET, casi en simultáneo, no fue casual. Se pretendió con estos tres regímenes generar espacios laborales protegidos, jerarquizados y aptos para que prosperara la actividad científico-tecnológica en el país.

El personal del RPIDFA, que originalmente estaba constituido por científicos y tecnólogos pertenecientes a instituciones castrenses de I+D, tras haber pasado alguna de esas entidades al ámbito civil del Ministerio de Defensa hoy cuenta con miembros distribuidos más allá del ámbitos de las Fuerzas Armadas (FF.AA.).

Desde la llegada de Cambiemos al poder se viene operando un silencioso proceso de achicamiento del RPIDFA, que hasta ahora se ha ido materializando en dos acciones concretas: un fuerte recorte en las jubilaciones futuras y el congelamiento de su planta de personal. Las medidas no afectan por igual a todos los miembros del régimen y han pasado desapercibidas al no tener un impacto rápidamente visible.

El artículo de la polémica

El 27 de septiembre de 1983, cuando la Argentina todavía no había salido de la larga dictadura militar, se sancionó y promulgó la Ley N° 22.929, modificada tres meses después por la Ley N° 23.026, que establecía el Régimen Previsional para Investigadores Científicos y Tecnológicos y concedía el 85% móvil de jubilación al personal que realizara en forma directa actividades técnico-científicas de I+D, o de dirección de ellas, en el CONICET, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Instituto Nacional de Ciencia y Técnica Hídricas, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y en los organismos de I+D de las FF.AA. El régimen previsional también abarcaba al personal docente de las universidades nacionales que desempeñara tareas de investigación y desarrollo. La alusión a los organismos de I+D de las FF.AA. era un giro expresivo para referirse, entre otros, a los miembros del RPIDFA.

La Ley N° 27.431, que contiene el presupuesto general de la administración nacional para este año, introdujo una modificación en el inciso a) del artículo 1 del Régimen Previsional antes mencionado, que deja afuera a gran parte de los miembros del RPIDFA, que pasarán, de aquí en adelante, a jubilarse con los porcentajes estándares del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP), que rondan poco más del 50% de la remuneración en actividad.

El cambio introducido por la Ley de Presupuesto 2018 es sutil pero sus consecuencias serán enormes. El Artículo 122 de dicha norma modificó el Artículo 1, inciso a) de la Ley N° 23.026, con el que quitó la enumeración de las instituciones cuyos investigadores y desarrolladores se beneficiaban con el régimen previsional especial, para sustituirlo por una remisión a las entidades que conforman el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación según lo establecido en el Art. 14, inciso a) de la Ley N° 25.467 de Ciencia, Tecnología e Innovación. En esta enumeración de instituciones no figura el RPIDFA, sino únicamente el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF, ex CITEFA), que alberga a un porcentaje importante de los cerca de 700 miembros del RPIDFA pero no a todos, y estos últimos quedarían fuera del régimen jubilatorio especial.

Columna vertebral de un sistema

“A diferencia de lo que ocurre con los investigadores o desarrolladores del CONICET, que son empleados de este organismo, el RPIDFA no tiene empleados sino que es un régimen que encuadra a científicos y tecnólogos que trabajan en organismos del sistema de defensa argentino”, le dijo a TSS Mirta Iriondo, ex subsecretaria de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (SSICyDT) del Ministerio de Defensa (MINDEF) y actual decana de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (FAMAF) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

El RPIDFA es la columna vertebral del sistema de ciencia y tecnología para la defensa y, aunque muchos de sus miembros se encuentran en el CITEDEF, también posee investigadores en organismos como el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el Servicio de Hidrografía Naval (SHN), el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y la Universidad de la Defensa (UNDEF), además de las Direcciones Generales de Investigación y Desarrollo (DGID) de cada una de las Fuerzas o el Centro de Investigaciones Aplicadas (CIA) de la Fuerza Aérea Argentina.

El RPIDFA posee investigadores en organismos como el Servicio Meteorológico Nacional, el Servicio de Hidrografía Naval, el Instituto Geográfico Nacional (foto) y la Universidad de la Defensa, entre otras instituciones.

“Al tocar el RPIDFA, disminuyendo los derechos de sus miembros, se compromete el futuro a largo plazo de la investigación y el desarrollo para la defensa del país”, dijo Iriondo, y agregó: “Además, se están afectando derechos previsionales por los cuales sus beneficiarios han estado haciendo aportes jubilatorios mayores al de los restantes empleados estatales”. Los miembros del RPIDFA, como los investigadores del CONICET o los docentes universitarios, para acceder a jubilaciones más elevadas aportan el 13% de sus salarios, en lugar del 11% de los trabajadores estatales comunes.

El cambio en la norma plantea el interrogante sobre si fue producto de un designio expreso, realizado como parte del achicamiento de áreas estratégicas que está llevando adelante el Gobierno en todo Estado nacional, o si se trató de una omisión involuntaria. La pregunta surge porque mientras se dejó afuera del régimen jubilatorio especial a buena parte del RPIDFA, se sumó a los investigadores de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), una de las instituciones mencionadas en el Art. 14, inciso a) de la Ley N° 25.467. La CONAE ha sido una entidad históricamente relegada en este beneficio, a pesar de encuadrar perfectamente en el espíritu del régimen previsional especial para científicos y tecnólogos.

Retorno al congelamiento

Aunque desde su creación el RPIDFA estuvo alocado en el ámbito del MINDEF, lo cierto es que, hasta la llegada de Nilda Garré a esa cartera, en el año 2005, no hubo una conducción política del mismo, con lo que quedó tácitamente delegada su gestión en las FF.AA. y las sucesivas crisis presupuestarias lo llevaron a languidecer.

Iriondo llegó a la SSICyDT en septiembre de 2010 con previo conocimiento del sistema de ciencia y tecnología para la defensa, ya que venía de ser directora General de Planificación Industrial y de Servicios para la Defensa de dicha cartera desde el año 2007. Uno de los principales objetivos que Iriondo se propuso fue revitalizar el RPIDFA, jerarquizándolo, recomponiendo comisiones evaluadoras y abriendo la posibilidad de nuevas incorporaciones a un sistema cuya planta de investigadores y tecnólogos envejecía año tras año, debido a la doble prohibición de no poder nombrar nuevo personal ni cubrir las vacantes que se produjeran. Estas restricciones alcanzaban a la mayor parte de la Administración Pública Nacional (APN) desde la Ley N° 23.696 de Reforma del Estado menemista y que hasta entonces permanecía vigente.

El congelamiento de la planta de personal se materializaba en las prescripciones combinadas de dos artículos de las leyes de presupuesto nacional: el Artículo 6, que prohibía el incremento de cargos u horas de cátedra en la APN, y el 7, que impedía cubrir las vacantes que se produjeran salvo autorización del Jefe de Gabinete de Ministros. El primero de los artículos contaba con una serie de excepciones que incluía a los puestos ejecutivos del SINEP, las FF.AA. y de Seguridad, el Servicio Penitenciario Federal, el Servicio Exterior de la Nación, el Cuerpo de Guardaparques Nacionales, la carrera de investigador científico y tecnológico del CONICET, la CNEA, la ex Comisión Nacional de Comunicaciones, el Hospital Nacional Posadas, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y la ex Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA). Esto proyectaba un corsé sobre instituciones como el RPIDFA que impedía su desarrollo.

“A diferencia de lo que ocurre con los investigadores o desarrolladores del CONICET, que son empleados de este organismo, el RPIDFA no tiene empleados sino que es un régimen que encuadra a científicos y tecnólogos que trabajan en organismos del sistema de defensa argentino”, dice Mirta Iriondo, ex subsecretaria de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (SSICyDT) del Ministerio de Defensa (MINDEF). Foto: Gentileza Guadalupe Aller.

En 2013, pese a que para entonces Iriondo ya se había retirado de la función pública en el Gobierno nacional, logró que el RPIDFA fuera incluido entre las excepciones del Artículo 6 de la Ley de Presupuesto. Este nuevo escenario abría las puertas a la incorporación de nuevo personal al RPIDFA, aunque continuara pensando la restricción del Artículo 7.

Esta situación se mantuvo hasta la Ley de Presupuesto 2017, cuando la redacción del Artículo 6, en lo que respecta a las excepciones, fue cambiada para hacer remisión a la enumeración del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ley N° 25.467, que contiene al CITEDEF pero no al RPIDFA en su totalidad. TSS se comunicó con la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa del MINDEF para hablar sobre el RPIDFA y estos cambios, pero no fue posible obtener una palabra oficial.

Tras las nuevas medidas tomadas por el Gobierno nacional, el RPIDFA nuevamente ha quedado cercado en lo que a personal se refiere, dado que, en principio no es posible nombrar nuevos investigadores o desarrolladores ni cubrir las vacantes que se generen, excepto en el CITEDEF. Esto pone en peligro la viabilidad futura del sistema de ciencia y tecnología para la defensa nacional, advirtió Iriondo.

 

Fuente: Agencia TSS – Por Carlos de la Vega