CONAE: Despidos y proyectos en riesgo

Trabajadores de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales se manifestaron en las afueras de la Estación Terrena de Córdoba en repudio a los despidos en el organismo. También alertan sobre la falta de presupuesto, el desfinanciamiento del Tronador y otros proyectos satelitales. Las malas condiciones laborales pueden terminar en la salida de especialistas formados durante muchos años.

El Gobierno decidió no renovar los contratos de 10 trabajadores de la CONAE. Aunque esta cifra puede parecer pequeña comparada a la cantidad de desvinculaciones forzadas en otras áreas del Estado, vale recordar que este organismo responsable de los proyectos de acceso al espacio en la Argentina funciona con solo 279 trabajadores. A esto se suma que la mayoría tenían muchos años de trabajo en la CONAE cumpliendo funciones de planta. En el organismo hay otros 38 trabajadores contratados también por el artículo 9 de la Ley Marco de Empleo Público, cuyo contrato se extendió solo por tres meses más.

En los últimos años, en la CONAE no solo casi no hubo nuevas contrataciones, sino que, por el contrario, venía dándose una salida de trabajadores por los bajos salarios que se pagan en comparación con empresas del sector privado y, también, con organismos internacionales de este tipo.

Emiliano Baum, delegado de ATE en CONAE, le dijo a TSS: “Durante el Gobierno anterior tuvimos varias reuniones con la gente del Ministerio de Ciencia y Tecnología (exMINCYT, del que dependía el organismo espacial) porque veíamos que se estaban haciendo inversiones en materiales pero las condiciones salariales estaban bastante por debajo de lo que se paga en el sector privado. Por esto se daba una fuga de trabajadores al sector de software o a otras empresas de tecnología. Esta situación se agudizó desde diciembre, con la pérdida de expectativas de mejora en nuestro sector”.

Hace dos años, la CONAE había llegado a tener 340 trabajadores, ya que desde el 2013 creció gracias al proyecto Tronador, un vehículo espacial para lanzar satélites en órbita baja. Esta iniciativa se desfinanció durante el gobierno del presidente Macri y se reactivó durante el gobierno de Alberto Fernández, pero la falta de incentivos laborales hicieron que no pudiera sumarse personal para avanzar a más velocidad.

Recientemente se concretó el primer prototipo del tanque que tendría el lanzador de satélites Tronador. Foto: Facultad de Ingeniería UNLP.

Actualmente, la CONAE, al igual que todos los organismos del Estado, cuenta con el mismo presupuesto que en 2023 sin la actualización por inflación del 278% que hubo en el último año. Además, no se está ejecutando el presupuesto de los proyectos, por lo que se consideran todos suspendidos y los sueldos solo se podrían pagar por un par de meses más. En su primer proyecto de la Ley Ómnibus, el Gobierno de Milei proponía privatizar a VENG, principal contratista de la CONAE en muchos de sus proyectos, que presta servicios de ingeniería a las estaciones terrenas y es parte fundamental del proyecto Tronador.

“Si se van los trabajadores, los fierros no sirven para nada. Hay inversiones en software y hardware que se vuelven obsoletas bastante rápido, por lo que si no se pueden aprovechar son un despilfarro”, dijo Baum, que trabaja en el desarrollo de software en el organismo. Entre otras tareas, la CONAE debe llevar a cabo la operación de los dos satélites SAOCOM, dos estaciones terrenas, una más proyectada para la Antártida, y el desarrollo del satélite SABIAMAR que está un 80% terminado.

El Gobierno decidió no renovar los contratos de 10 trabajadores de la CONAE y otros 38 fueron renovados solo por tres meses.

También se habían comenzado a proyectar otras iniciativas vinculadas a países latinoamericanos, como el proyecto de un satélite meteorológico, por el que había llegado a firmarse una carta de intención pero el enfriamiento de las relaciones con los países de la región y la desinversión en el sector no son auspiciosas.

Los trabajadores despedidos trabajaban en las áreas administrativas, en prensa e ingeniería vinculada a proyectos, lo que da a entender que los proyectos no van a seguir su curso y que solo continuaría el proyecto SABIAMAR. “Los informes de agro, de incendios, la detección de pesqueros ilegales y la operación de los satélites penden de un hilo porque hay mucha sobrecarga de trabajo y eso afecta al funcionamiento normal de la CONAE. La falta de personal, de presupuesto y el desánimo que produce este destrato hacen que no se pueda trabajar como deberíamos. Algunos ya están mirando para afuera porque piensan que pueden ser despedidos y que su sueldo no va a aumentar, así que están buscando otros trabajos y eso va a desarticular a la CONAE”, agregó el delegado de ATE en CONAE.

Con la llegada del Gobierno de La Libertad Avanza y la eliminación del MINCYT, la CONAE pasó a depender de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, que a su vez reporta a la Jefatura de Gabinete de Ministros. Baum se lamenta por el maltrato por parte de las autoridades y las consecuencias que puede tener esta política: “Los años que lleva formar a alguien en esta actividad son muchos, no se puede tomar a alguien que tenga experiencia en operación de estaciones terrenas, sino que se entrenan para eso. La gran mayoría de los que trabajan acá lo hacen por que les gusta y porque pueden crear cosas nuevas, no para calentar una silla”.

 

Por Matías Alonso

Fuente: Agencia TSS