Bariloche.- Un equipo de la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) realizó un trabajo de gran importancia social y ecológica: extrajeron árboles exóticos del Parque Municipal Llao Llao que luego fueron llevados a diferentes localidades de la Línea Sur.
Luz Verde para la Región Sur es un programa de Extensión de la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) que realiza acciones sociales de interés formativo con instituciones y actores del territorio. Luego de más de un año de inactividad debido a las restricciones impuestas por la pandemia, volvieron al ruedo. Además del trasplante de árboles, tuvieron contacto con las comunidades, compartieron saberes y nuevos proyectos.
Aquí, compartimos una crónica de viaje escrita por Santiago Naón, director del proyecto.
Parque Municipal Llao Llao – Extracción de plantas exóticas
Un equipo de veinte personas se reunió el pasado jueves 9 de septiembre en el Parque Municipal de Llao Llao para la extracción de árboles exóticos.
Con el doble propósito de aliviar la carga de especies invasoras en un área protegida de bosque nativo, para viverización y cultivo en viveros de la Región Sur de la provincia de Río Negro, extrajeron 661 árboles de entre 40 centímetros y 3 metros de altura con destino de plantación en el arbolado urbano de diferentes localidades. La mayoría de las plantas extraídas fueron serbales, aunque también se trasplantaron cerezos, guindos, ciruelos, laureles cerezos, espinos blancos, retamas, lluvias de oro y pinos, todas especies introducidas con diversos grados de dispersión. Las plantas fueron removidas con el cuidado necesario para no dañar el ambiente natural y acondicionadas para su traslado a raíz desnuda, con poda de raíces y de formación, en atados de cantidades variables según tamaños dentro de bolsas de arpillera.
El grupo estuvo conformado por estudiantes de la Tecnicatura en Viveros y la Licenciatura en Agroecología de la UNRN; docentes, investigadoras e investigadores del IRNAD (UNRN-CONICET); Lucía Faini, Alexander Hernández Nieves y voluntarios de la Fundación Anthena Arcturus; y colaboradores del Programa como Natalia Kerz, del Centro de Salud de Virgen Misionera; el biólogo Daniel Gómez, referente ambiental de las Reservas Naturales Urbanas y las Juntas Vecinales del Oeste de Bariloche; entre otros.
Ing. Jacobacci
A primera hora de la mañana del día siguiente, un grupo de 16 personas (conformado por estudiantes y docentes y colaboradores como Silvana Grill, de la Dirección Nacional de Formación Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación y Sebastián Lanzi Sarrot, realizador audiovisual) se trasladó a Ingeniero Jacobacci, al Vivero Provincial, donde, después de embarbechar las plantas en una aguada para su hidratación, compartieron un almuerzo con los viveristas de la casa: Miguel Andrade, Marcos Huenul, Flavio Carballo y el técnico responsable del Programa Forestal del Ente para el Desarrollo de la Región Sur y gran amigo del equipo extensionista, Abdel Nasif.
La jornada continuó con la plantación a campo de 324 de esas plantas; el lote restante quedaría para su distribución en otros viveros del Programa Forestal. A la tarde, el equipo recibió la visita del intendente de Jacobacci, Carlos Toro, con quien intercambiaron reflexiones y pensamientos respecto de las acciones realizadas y por hacer, en el complejo escenario social y ambiental del territorio de la Región Sur.
Paraje Yuquiche
El sábado, después de compartir una cena y un descanso reparador en habitaciones del Gimnasio Municipal de Jacobacci, el grupo se dirigió al campo de la Familia Calfunao, en el Paraje Yuquiche, para retomar el vínculo interrumpido en 2020. Fueron recibidos por Don Elías Huinca, Doña Elena Calfunao y su hijo Daniel Calfunao, Lonco de la comunidad mapuche denominada Luis y Julián Santos, que agrupa a doce familias del Paraje. Luego de una ronda de presentaciones, el Lonco Daniel expuso las condiciones en las que se desarrollan las actividades productivas de la comunidad, las necesidades de infraestructura imprescindible como alambrados y sistemas de riego para el establecimiento de plantaciones y el conflicto territorial que mantienen con las mineras de “tiza”, la tierra de diatomeas con la que se producen las piedras para gatos y el polvo para control orgánico de plagas en cultivos.
Acto seguido, bien munido de abundantes tortas fritas producto de las manos generosas de Doña Elena, el equipo realizó un relevamiento del estado de las plantaciones y el invernadero construido de manera conjunta con Abdel años antes, para apuntalar la producción hortícola de la familia. Se entregaron y plantaron arbustos y plantas aromáticas y semillas de hortalizas, donadas por extensionistas de Luz Verde y por Juan Patricio Zavaleta, integrante de la Huerta comunitaria interkultural Puwen de Villa Los Coihues, en territorio de la Comunidad Mapuche Lof Ranquehue en Bariloche.
Con una despedida afectuosa y el compromiso de volver pronto, a mediodía se hicieron a los caminos para arrimarse al campo de la Familia Fermín, a pocos kilómetros rumbo al sur, donde se produjo el reencuentro con Don Remigio Fermín, Doña Emilia Llancaleo y su hijo y buen amigo del grupo Julio Fermín. Los encontraron acompañados de dos hermanos vecinos de un campo lindero, Tomás y Martín Santos, invitados de la familia e interesados en conocer a la inusual comitiva y sus prácticas, de las que habían tenido buenas noticias por parte de Julio.
Después de los saludos de rigor, se relevaron plantaciones realizadas años anteriores, encontrando las plantas en inmejorables condiciones de desarrollo producto del esfuerzo y el cuidado de la familia. Admirando el muy buen estado de cosas, una parte del grupo se aplicó al acondicionamiento de la huerta y plantación de hortalizas y aromáticas y otra a la noble tarea de preparar el fuego y cocinar un asado, acompañado de verduras al disco. Se plantaron árboles y arbustos donados por el Programa e integrantes y por el Vivero Terra de Villa Los Coihues y, una vez almorzados, se retomaron las actividades, improvisando un taller de poda de frutales para la buena formación de los árboles establecidos. Ahítos de las excelentes tortas fritas hechura de Doña Emilia, y para intentar emparejar su generosidad, se le entregaron las semillas de hortalizas para que dispusiera su siembra cuando la temporada de heladas hubiera pasado. Con palabras de agradecimiento y cariño, y la promesa de un próximo encuentro, se despidieron de la familia, de los vecinos y de Abdel Nasif, pivot imprescindible para el buen desarrollo de los acontecimientos. El equipo extensionista destacó la calidad humana de los pobladores, el buen estado de las plantaciones y la alegría de haber participado de actividades tan significativas.
Fuente: Prensa UNRN