Decimos NO a la mezquindad del gobierno de Carreras

Los entes de desarrollo regional son hijos de la visión política que impulsó la reconstrucción democrática en Río Negro tras la larga noche de los años de plomo.

Hay que recordar el contexto de la breve década de los 80 entonces: la pobreza, la desocupación, y el empeño en resurgir tras el brutal apagón institucional.

En un escenario tal debió refundarse nuestra democracia provincial, cuya piedra basal es la Constitución de 1988, pensada y redactada con el ideal de recuperar y garantizar para el futuro nuestros derechos, y en la práctica, para ofrecerle a Río Negro un horizonte productivo y económicamente soberano.

Ese fue el contexto, ese fue el espíritu, y esa fue la mirada progenitora de los Entes de Desarrollo como fuentes de producción e integración regional de Río Negro.

Sobre los Entes de Desarrollo, dice el artículo 110 de la Constitución Provincial, que son creados “en función del objetivo de igualar el progreso social, cultural y económico de todas las regiones de la Provincia para su definitiva integración. Concentran las acciones provinciales de promoción de la economía, industrialización de los productos regionales, defensa de la producción y otras acciones de fomento, con las funciones de planificación y ejecución que se les encomiendan; y las coordinan con los organismos competentes del Estado”. “Tienen”, dice la Constitución, “carácter autárquico, recursos propios y su conducción se integra con representantes regionales”.

Esa es su razón de ser y el carácter indisimulable que les confiere la Ley primera de constitución del Estado provincial. Cuándo, en el devenir de estos 32 años de labor legislativa comenzó a traicionarse aquella esencia, cuándo se obliteró el sabio mandato, y hasta qué punto los Entes de Desarrollo fueron transfigurándose en un trofeo político, habrá de ser parte de un análisis histórico aún no escrito. Pero lo cierto es que aquí estamos.Hoy, intendentes, intendentas, legisladoras, legisladores, diputadas, diputados, y senador nacional del Frente de Todos, representantes del pueblo de Río Negro, venimos a defender aquellos preceptos.

Venimos a advertir que la iniciativa del actual gobierno provincial para modificar la conformación del Directorio del Ente de Desarrollo de General Conesa, imponiendo de manera inconsulta que la terna propuesta a la gobernadora ya no sea seleccionada por los representantes municipales de esa ciudad capital del departamento, sino por el pleno del Directorio y sin obligación de residencia en la zona, subvierte décadas de construcción democrática, e implica un grave retroceso.

Que encierra un afán hegemónico. Que promociona la creación de una superestructura política y económica, y que amenaza y sojuzga el impulso autónomo municipal, sofocando la libre expresión política de nuestros intendentes, de los vecinos en cada localidad, en cada paraje.

Violenta la profusa realidad regional de nuestra provincia, demudando la acción directa, las necesidades y las posibilidades de los vecinos y de sus representantes para pensar y avanzar hacia un futuro común; violenta el espíritu que funda nuestra Constitución que es amplio, integrador y de fuerte impronta autonómica y federal, y violenta además la jerarquía de nuestros municipios y parajes, que son los pilares sobre los que se asienta el poder del Estado rionegrino.

Nuestros intendentes y comisionados -todos, sin distinciones por convicción o signo político– que han sabido demostrar cómo se trabaja, cómo se administra y también cómo se resiste cuando se está, como lo están, en la primera línea de contención de esta inédita crisis sanitaria, económica y social, serán así relegados. Decimos que NO a un claro acto de desenfreno partidario.

Que NO a la pretensión solapada de apuntar con nombre y apellido a quién presidirá el Ente, sin tener en cuenta aquello que en libertad eligió el pueblo de General Conesa. Decimos que NO a la mezquindad del Ejecutivo provincial, que en su ceguera política hará que años de trabajo en conjunto y convivencia democrática, terminen siendo borrados de un plumazo.

Fuente: Prensa Bloque Legisladorxs del FdT