Detector de arsénico para zonas rurales

Investigadores del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF) desarrollaron un kit portátil para medir la concentración de arsénico en agua, un contaminante presente en gran parte del territorio nacional. Podría ser hasta diez veces más económico que los importados y dar el resultado en apenas 30 minutos.

El arsénico es un contaminante natural presente en diversos cuerpos de agua, incluyendo napas de agua subterránea. Afecta a gran parte del territorio argentino, principalmente la llanura chaco-pampeana. La ingesta prolongada de agua con elevado contenido de arsénico puede ocasionar distintas patologías, como el hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE), una enfermedad que en su etapa más avanzada puede producir cáncer de piel u otros órganos.

El problema se profundiza en aquellos pueblos que no tienen acceso a la red de agua potable ni a métodos de medición confiables que permitan saber si el agua de la zona es apta para consumo humano. Por eso, investigadores del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF) trabajan en el desarrollo de un kit para detección de arsénico en agua que es rápido, portátil y diez veces más económico que los que los disponibles actualmente en el mercado.

“La idea es que se pueda trasladar en una valija. Los métodos que se usan tradicionalmente para medir este tipo de contaminantes requieren equipos muy caros, que van de 150.000 dólares para arriba, y necesitan estar en un laboratorio donde haya electricidad y refrigeración. Otros kits similares que hay en el mercado valen 400 dólares, mientras que los que estamos desarrollando debería tener un costo final de unos 40 dólares”, le dijo a TSS el doctor en Química Ismael Fábregas, responsable del proyecto junto con Alejandro Fernández.

El kit viene con todos los elementos necesarios para realizar la determinación y su funcionamiento es muy sencillo. En un frasco debe mezclarse la muestra de agua que se quiere medir con los distintos reactivos, en las cantidades y el orden que figuran en el instructivo. Uno de esos pasos incluye colocar una pequeña membrana, también incluida, en la parte interna de la tapa.

Los investigadores integran la división de Materiales Avanzados para Fotocatálisis del CITEDEF, un instituto que pertenece a la órbita del Ministerio de Defensa de la Nación (MINDEF). Aparte de las ventajas mencionadas por Fábregas, este método de detección se caracteriza por su rapidez: arrojará el resultado en apenas 30 minutos. Además, tiene dos mejoras respecto a los kits importados, ya que detecta un tipo de arsénico adicional (arsénico +3) y usa plata en vez de mercurio (ya que este último puede ser tóxico).

El método surgió, por un lado, como derivación de otros proyectos en los que venían trabajando los investigadores, entre ellos, el desarrollo de un material para capturar metales del agua. Por otro lado, respondió a una necesidad planteada por el Batallón de Ingenieros de Montaña “Gral. De Div. Enrique Mosconi”, de la V Brigada de Montaña “Gral. Manuel Belgrano”, en el marco de los programas de perforación de pozos para el suministro de agua segura para comunidades indígenas del Chaco Salteño.

“Para descontaminar el agua, ellos utilizan un proceso conocido como ósmosis inversa, que es relativamente caro y lento para las necesidades que tienen en Salta. En este método, el agua debe pasar por varios procesos de purificación pero si la concentración de arsénico no es muy alta pueden saltearse algunos pasos y, por lo tanto, ahorrar en tiempos y costos. Es por eso que poder determinar esa concentración de antemano les va a agilizar la tarea”, señala Fábregas.

El color de la membrana se deberá comparar con la plantilla de colores de referencia y de esa manera se determinará el grado de concentración de arsénico en la muestra de agua.

El kit viene con todos los elementos necesarios para realizar la determinación y su funcionamiento es muy sencillo. En un frasco debe mezclarse la muestra de agua que se quiere medir con los distintos reactivos, en las cantidades y el orden que figuran en el instructivo. Uno de esos pasos incluye colocar una pequeña membrana, también incluida, en la parte interna de la tapa. Una vez terminado el proceso, hay que esperar 30 minutos y destapar el frasco. El color de la membrana se deberá comparar con la plantilla de colores de referencia y de esa manera se determinará el grado de concentración de arsénico.

El proyecto recibió financiamiento del CITEDEF y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Una vez terminado, se entregará un kit al Batallón Enrique Mosconi, en Salta, y otro a la Compañía de Ingenieros de Agua 601, en Campo de Mayo (Buenos Aires), donde también se mostraron interesados en el desarrollo. De esta forma, los investigadores podrán contar con la devolución de ambos usuarios para poder lograr una versión mejorada y más simple del método desarrollado.

“El desarrollo está bastante avanzado. Lo que falta ahora es ver dónde escalarlo, ya que no podemos hacerlo en el laboratorio. También queremos asociar el kit con una app para celulares, que ya está desarrollada. De esta forma, la comparación de colores se haría a través de la aplicación, evitando el margen de error que puede darse por la subjetividad del ojo humano o por una mala iluminación. Además, las mediciones podrían quedar almacenadas en una base de datos para hacer un seguimiento a lo largo del tiempo”, finalizó Fábregas.

 

 

Por Nadia Luna

Fuente: Agencia TSS –