Se estima que cada año 1,6 millones de personas pierden la vida en un acto de violencia, por lo que resulta fundamental propagar mensajes de tolerancia y respeto por los demás.
La violencia contra las mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y desbastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informan debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.
La ONU define la violencia contra la Mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultada un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico. Así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como privada”.
Los efectos psicológicos adversos de la violencia contra las mujeres y niños, al igual que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan a las mujeres en toda etapa de su vida.
¿Qué pueden hacer los gobiernos?
Aumentar los recursos destinados a refugios, líneas de atención y otros servicios de modo de satisfacer la creciente.
Fuente: Prensa Municipalidad de San Antonio Oeste