Buenos Aires– El Centro de Estudios en Comunicación Aplicada (CECAP) de la Escuela de Posgrados en Comunicación de la Universidad Austral analizó, en su más reciente informe, el crecimiento significativo del grupo de los “sin religión”, convirtiéndose en el segundo grupo de creencias más grande del país después de los católicos. “Esta tendencia refleja no solo un cambio demográfico, sino también una transformación cultural profunda en la sociedad argentina”, sostiene el autor del informe el Dr. Arturo Fitz Herbert, investigador del CECAP de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral.
La Segunda Encuesta Nacional de Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina (2019), realizada por el CONICET, muestra que este grupo pasó de representar el 11.3% de la población en 2008 a un 18.9% en 2019. Este aumento destaca la diversificación de las creencias en el país y subraya un cambio hacia el individualismo y una crítica creciente hacia las instituciones tradicionales, incluyendo las religiosas.
Este grupo heterogéneo incluye ateos, agnósticos, y aquellos que, aunque creen en Dios o un ser superior, no se identifican con una religión específica. Contrario a los estereotipos comunes, muchos dentro de este segmento mantienen creencias en conceptos como la energía, la vida después de la muerte, e incluso prácticas como la astrología. Además, algunos participan en rituales religiosos sin identificarse con una fe particular, buscando la “energía positiva” que estos encuentros generan.
La investigación, liderada por el Dr. Arturo Fitz Herbert y financiada por Templeton Religion Trust, se basa en entrevistas en profundidad con 41 argentinos sin religión. Los hallazgos desafían las percepciones tradicionales sobre la religiosidad, mostrando una complejidad y pluralidad en las creencias y prácticas de los argentinos que se aleja de las categorizaciones simplistas.
Además, el informe destaca una valoración positiva de las instituciones religiosas por parte de algunos entrevistados, quienes reconocen su aporte social y moral a la comunidad, por ejemplo, en contextos de ausencia estatal como en barrios marginales. Esta percepción desmiente la idea de una oposición total hacia las estructuras religiosas y sugiere una coexistencia de críticas y reconocimientos hacia su papel en la sociedad.
El crecimiento de los “sin religión” en Argentina es parte de una tendencia hacia la diversificación de las creencias y prácticas espirituales. Es el informe un aporte para comprender mejor las causas del fenómeno y derribar mitos sobre las percepciones de este grupo social.
Fuente: Prensa Universidad Austral