El camino “privado” por el que transitaron los vehículos de los jueces y funcionarios macristas que ingresaron a la mansión de Joseph Lewis durante los últimos días y que provocó un verdadero escándalo público, es el mismo que la JUSTICIA ordenó reabrir el último 12 de septiembre, ante la férrea negativa del magnate inglés y el gobierno de Río Negro.
Se trata del viejo camino vecinal que se usaba antes de que Joe Lewis compre el campo que rodea totalmente al Lago Escondido en el año 1996, en pleno gobierno menemista.
Lo cierto que dicho camino llamado TACUIFI que en idioma mapuche significa “TANTO TIEMPO”, fue afectado al uso público en el año 2013 por sentencia del Juez de Ejecución Carlos Cuellar, confirmada recientemente por la Cámara Civil, comercial, Familia y Minería de San Carlos de Bariloche.
Dicha sentencia, fechada el 12 de septiembre pasado, confirmó la resolución del 2013 que ordenaba: 1) ABRIR EL CAMINO DE TACUIFI EN TRES MESES, 2) REACONDICIONAR EL SENDERO DE MONTAÑA (pretendido por Lewis como la única vía de acceso) EN 30 DIAS.
Esta última, por su complejidad, (se trata de una senda que atraviesa el Área Natural Protegida Rio Azul- Lago escondido, y que su trayecto conlleva 4 días de caminata o cabalgata por montañas y ríos), será destinada para personas “adiestradas” (turismo aventura), mientras que la primera, “TACUIFI”, permitirá conocer una de las reservas de agua dulce más importante de Latinoamérica a todas las personas, incluso a ancianos, personas discapacitadas y niños.
Resulta necesario recordar que Lewis construyó su mansión arriba del camino vecinal y utilizó los últimos 3 kilómetros para su uso personal, dado que lo ensambló con su acceso privado.
Por eso, LOS ILUSTRES VISITANTES utilizaron de manera “exclusiva” el camino que LEWIS y EL GOBIERNO RIONEGRINO cierra a todos los argentinos, a pesar de lo que establece la sentencia de 2009, 2013 y 2022 de la Justicia rionegrina, que se encuentran firmes por dos sentencias de la Corte Suprema de la Nación.
Por otra parte, en el día de ayer a primera hora, ingresó el rechazo de la amparista, Dra. Magdalena Odarda, a través de sus apoderados Juan Ernesto Montecino Odarda, y Juan Martín Palumbo, hacia los nuevos intentos recursivos presentados, tanto por HIDDEN LAKE SA y por la FISCALIA DE ESTADO. Mediante un escrito de 110 páginas, reclamamos a la Cámara de Bariloche, que ambos recursos sean rechazados de plano. De lo contrario, estaríamos ante una nueva demora que se sumaría a los 13 años de espera, contados a partir de la primera sentencia. Recordemos que los derechos al libre acceso a un espejo de agua, y al ambiente sano y equilibrado por los cuales se inició la causa, siguen siendo vulnerados hasta el día de hoy.
En los fundamentos de la presentación, invocamos el principio de INAPELABILIDAD EN LOS RECURSOS MONITORIOS”, (los pronunciamientos dictados en la etapa de ejecución de sentencia no son aptos para el control de legalidad en casación, por aplicación del Artículo 286 C.P.C y C.), la circunstancias de estar ante una causa que nació como una acción de amparo colectiva por violación del art. 73 de la Constitución rionegrina, sumado al hecho de tratarse de un reclamo ambiental que merece una solución urgente por aplicación de los principios de la LEY GENERAL DEL AMBIENTE, el ACUERDO DE ESCAZU, la ENCICLICA PAPAL LAUDATO SI, los PRINCIPIOS DE RIO+20, entre otros.
Asimismo, en la extensa presentación, se hizo mención a los reclamos de los ciudadanos por el libre acceso al lago Escondido ante la DEFENSORIA DEL PUEBLO DE LA NACION en 2010, la denuncia formulada por la PROCURADURIA DE INVESTIGACIONES ADM INISTRATIVA (PIA) por la compra por parte de HIDDEN LAKE S.A. de tierras que rodean al Lago Escondido en plena áreas de frontera, la intervención del ex PROCURADOR DEL TESORO DR. BALBIN (reclamando al gobierno de Mauricio Macri el inicio de la acción de lesividad para recuperar las tierras para el Estado argentino, y la última resolución de la INSPECCION GENERAL DE JUSTICIA (IGN) firmada por el Dr. Ricardo Nissen.
Dr. Juan Ernesto Montecino Odarda
Dr. Juan Martín Palumbo.