Esto no es nada nuevo, cuando Chiara Consonni gana, no pone límites a su júbilo, a su felicidad. ¡Y con razón! En el ciclismo moderno, parece que ya no hay tiempo para disfrutar de los éxitos, los atletas deben pensar constantemente en la siguiente etapa, la próxima carrera, el resto de la temporada. Consonni, por su parte, es uno de esos jinetes románticos que quieren disfrutar al máximo del momento.
Y no es para nada una chica que gane poco, pues a sus 25 años ya cuenta con 18 victorias en su carrera en la categoría .1 o superior, sin contar todos los éxitos que ha conseguido en pista, como el título mundial en la persecución por equipos en 2022. Tampoco es la primera vez que levanta los brazos al cielo en el Giro de Italia Femenino, ya que ya lo hizo en Padua en 2022 y en Olbia en 2023, pero este año en la Volta Mantovana se dio el lujo de superar nada menos que a la campeona del mundo, Lotte Kopecky. Y, ni que decir tiene, a la victoria le siguieron gritos, besos y abrazos para todos.
Por un momento incluso pensamos que no tendríamos un sprint masivo, ya que la fugitiva Ana Vitória Magalhães (Bepink-Bongioanni) estuvo muy cerca de superar a todos. La brasileña estuvo a dos kilómetros de ganar la carrera más importante de su carrera y hacer vibrar a su país, poco acostumbrado a este tipo de deportes.
Pero al final, fue un sprint masivo y, en términos de velocidad punta, Consonni tiene muy pocos rivales. Además del maillot arcoíris de Kopecky, derrotó a otra ex campeona del mundo, su amiga y compañera de equipo nacional Elisa Balsamo (Lidl Trek). Para estar seguros, la Maglia Rosa Elisa Longo Borghini también se lanzó al sprint, terminando novena. Hacía desde 1998 que dos italianas no compartían una victoria de etapa y la Maglia Rosa, en la que Greta Zocca se impuso en Vittorio Veneto y Fabiana Luperini llevaba el símbolo del liderazgo.
Fuente: giroditaliawomen.it