Si hace un poco más de una década – cuando el Gringo Soria ganaba la gobernación y los peronistas eran peronistas y los radicales eran radicales – alguien hubiera pronosticado el escenario electoral que vive Río Negro hoy, bien le hubiera cabido el mote de ser el “Julio Verne” de la política provincial.
Si bien es auspicioso escuchar al candidato Weretilneck prometer “una nueva Etapa” donde todas y todos los rionegrinos vivamos mejor , y para eso incluye en su propuesta de gobierno al PJ y a la UCR – primero en sus listas y colectoras y luego en distintos cargos del ejecutivo- cuesta vaticinar cómo se seguirán encarando desde la política pública los conflictos que abundan en la agenda pública regional.
Por citar algunos ejemplos : La extranjerización de la tierra y las violaciones de la Constitución como el caso Lewis; la cuestión de los pueblos originarios , el manejo de los recursos naturales y el cuidado del medio ambiente, los avances inmobiliarios sobre zonas protegidas y la crisis habitacional , los servicios públicos de Salud, Educación, Seguridad, Obra Social Provincial , etc, cuyas serias limitaciones generan un avance de la oferta privada ; la situación de los niños y adolescentes con sus derechos vulnerados; el cumplimiento efectivo de un sinnúmero de leyes progresistas de nuestra provincia con un bajo nivel de aplicación real; etc, etc, etc ,
Una larga lista de múltiples problemáticas donde se disputan miradas ideológicas diversas y distintos intereses – muchas veces antagónicos- que exigen definiciones desde quienes gobiernen.
Existe una alianza explícita de Weretilneck con el gobierno nacional (de la mano del senador Doñate), pero basta con googlear “Macri/Weretilneck” para recrear la labilidad y pragmatismo que caracterizan al líder del partido provincial; lo que deriva en augurar un futuro incierto…
La declamación de un ” gran acuerdo ” desde el provincialismo no alcanza, si no se acompaña con acciones de gobierno que marquen cuál será el rumbo.
Por ahora, la gran mezcolanza que generan las listas provinciales oficialistas con Weretilneck a la cabeza , y sus distintas colectoras, del PJ y la UCR, nutren de argumentos a los sectores que denuncian “una clase política que son todo lo mismo” e impulsan alternativas anti-política y anti- Estado, donde se esconde una propuesta de una ultraderecha retrógrada.
No hay que ser muy lúcido para pronosticar- además del probable triunfo de Weretilneck – las consecuencias electorales de todo este intríngulis:
– El Frente de Todos provincial implosionó en varias partes y es muy posible que pierda el rol de principal oposición, disminuyendo la representación parlamentaria de 17 legisladora/es que mantuvo en las 2 últimas elecciones ( 2015 y 2019).
El sector aliado a Weretilneck ( ahora seguramente “Alberto”) tendrá que convencer a sus anteriores y posibles votantes cómo se explica pasar de ser oposición durante 8 años a ser de pronto aliados y/o funcionarios del nuevo gobierno.
El sector del Frente de Todos que rechazó la estrategia planteada por el Senador Doñate – formado por dirigentes de respetada trayectoria- inexplicablemente va dividido en 2 fuerzas electorales distintas, a lo que hay que sumar una novedosa tercera opción : el Partido Unidad Popular, con candidatos surgidos de la militancia social y gremial ( además de los siempre presentes partidos de izquierda)
Paradójicamente, quienes coinciden en NO ADHERIR a la propuesta del “gran acuerdo provincial” van en alternativas divididas, aumentando así la fragmentación, y quedando entonces con pocas posibilidades de representación institucional como oposición .
– Frente a este mapa electoral es muy posible que la elección provincial se nacionalice , y la fuerza de la derecha liberal vernácula “Cambia Río Negro” aumente considerablemente su bloque legislativo , hoy conformado por un SOLO legislador.
De mantenerse porcentajes similares a los de hace 2 años donde el Frente de Todos quedó tercero ( aún sin dividirse) el sistema electoral poblacional y de circuitos modificará fuertemente la composición parlamentaria.
La estrategia de partido único de gobierno de Weretilneck y Doñate puede tener como consecuencia directa que los “cambiemitas” rionegrinos queden liderando la oposición y disminuya notablemente la representación del otrora Frente de Todos, hoy partido en varias partes.
De fracasar la promesa electoral de Weretilneck-Doñate en la gestión; si las problemáticas provinciales siguieren igual o se agravaren , será una ardua tarea reconstruir una fuerza progresista y popular contra el avance de la derecha conservadora y el liberalismo económico en el futuro que se viene para nuestra provincia.
Mg Jorge Luis Vallazza
DNI 12975453
Ex ministro de Desarrollo Social de Río Negro
Legislador Provincial Mandato Cumplido