Científicos de la Agencia Meteorológica norteamericana estudiarán por seis meses las fuertes tormentas que se producen en el centro del país, especialmente en las provincias de Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
Siempre se dijo que la Argentina tiene todos los climas, paisajes y bellezas naturales que son la envidia de muchos países. Pero además de todas las maravillas que se extienden desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, nuestro país despierta la curiosidad de los más avanzados “cazadores de tormentas” del mundo.
Y es que científicos de Estados Unidos, junto a investigadores locales de organismos públicos y de educación, realizarán un profundo estudio en la región centro del país, considerada “un verdadero laboratorio natural que concentra fenómenos meteorológicos únicos para un mismo territorio”, según afirman los especialistas.
La misión de los investigadores estadounidenses, que contarán con la colaboración de expertos locales, busca echar luz sobre cómo se producen las grandes tormentas que incluyen granizo, vientos huracanados, lluvias torrenciales e incluso tornados mortales, fenómenos que pueden tener impactos catastróficos. El fin de trabajo, en definitiva, servirá para mejorar los pronósticos climáticos a nivel mundial.
Se trata de los proyectos RELAMPAGO (Remote sensing of Electrification, Lightning, And Mesoscale/microscale Processes with Adaptive Ground Observations, por sus siglas en inglés), que significa “procesos de detección remota de electrificación, rayos y mesoescala / microescala con observaciones de tierra adaptativa” y CACTI (Clouds, Aerosols, and Complex Terrain Interactions, por sus siglas en inglés), que remite a “nubes, aerosoles, y las interacciones del terreno complejo”.
Ambos son auspiciados por el Programa Mundial de Investigación Meteorológica – WWRP y el proyecto de Eventos de Alto Impacto Meteorológico – HIW de la Organización Meteorológica Mundial. Y su objetivo final será optimizar la capacidad de respuesta de los organismos climáticos mundiales ante emergencias meteorológicas en el planeta.
El proyecto Relampago, auspiciado por la National Science Foundation (NSF) de Estados Unidos “perseguirá” tormentas en la zona de las sierras de Córdoba y en Mendoza, y para ello, se instalarán radares que funcionan en distintas bandas del espectro electromagnético, estaciones y radares móviles montados sobre camiones.
La iniciativa Cacti, auspiciada por el Departamento de Energía de los Estados Unidos, se llevará adelante con el apoyo de un avión y la instalación de cerca de 40 estaciones meteorológicas automatizadas en las provincias de Córdoba y Santa Fe.
Allí, los investigadores estudiarán la capa límite atmosférica, los aerosoles y principalmente, la nubosidad. El resultado proporcionará una medición a largo plazo del clima, del suelo y de las precipitaciones.
Steve Nesbitt, professor asociado al Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Illinois, Urbana-Champaing dialogó por teléfono con Infobae desde su laboratorio y explicó los alcances del proyecto inédito a nivel mundial.
“Las particularidades del suelo y humedad de la atmósfera en las zonas serranas de Córdoba, San Luis y de la cordillera de los Andes, presentan características meteorológicas extremas solo comparables con las de Estados Unidos, la República Democrática del Congo y el sur de China”, comentó Nesbitt.
Y agregó: “Estamos deseosos de comenzar ya nuestro trabajo de campo. Estamos atraídos por las particularidades climáticas del centro de Argentina y sus fenómenos de alto impacto. Esto servirá para mejorar su comprensión, la calidad de los pronósticos, la emisión de alertas meteorológicas y la elaboración de planes de contingencia”.
Según precisó el experto, los científicos se centrarán en aprender más sobre las grandes tormentas convectivas regionales, incluido su ciclo de vida: cómo se forman, crecen y se organizan.
“Este tipo de tormentas todavía son una incógnita para el mundo. Buscamos comprenderlas mejor para volcar ese conocimiento en mejores modelos de sistemas terrestres de detección y pronóstico”, indicó Nesbitt.
El equipo de trabajo estadounidense tendrá la plena colaboración de muchos científicos argentinos pertenecientes a distintas instituciones. Los investigadores locales provendrán del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT); Servicio Meteorológico Nacional (SMN); UBA-CONICET, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales – Centro de Investigación del Mar y la Atmósfera (CIMA); Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de la provincia de Córdoba e INVAP.
Las tormentas más grandes del mundo
El proyecto Relampago-Cacti es un esfuerzo internacional que reunirá a más de 150 científicos y demandará una inversión de 30 millones de dólares durante seis meses.6
La envergadura de la inversión está bien vista por las agencias intervinientes: se estudiarán en el lugar de nacimiento “las tormentas eléctricas más grandes del mundo: la cordillera de las Sierras de Córdoba en el centro-norte de Argentina”.
Para Nesbitt, profesor de Ciencias Atmosféricas e investigador principal de RELAMPAGO, la región que están estudiando es única por su topografía, con las pampas y las montañas muy cerca. Según sus palabras, este terreno proporciona la situación ideal para la formación de tormentas que afectan a una amplia región de América del Sur.
“Argentina resulta ser un lugar muy especial. Las tormentas son similares en algunos aspectos a las Grandes Llanuras de los Estados Unidos, donde experimentamos tormentas eléctricas severas. Pero la geografía es un poco diferente, lo que puede tener controles importantes sobre cómo se comportan las tormentas. Puede ser que Argentina prepare el escenario ideal para las tormentas eléctricas que creemos, son las más fuertes en la Tierra”, anticipó Nesbitt.
Un arsenal en aparatología
Para realizar este estudio tan profundo y abcarativo, un verdadero “arsenal científico” será desplegado por los investigadores.
El avión de investigación Gulfstream-159 (G-1) es un complejo laboratorio volador de EEUU
“Llegará a la Argentina el avión de investigación Gulfstream-159 (G-1) de ARM, que en noviembre y diciembre estudiará la atmósfera y las formaciones de nubes en distintas altitudes. Observará las etapas más tempranas de las tormentas en desarrollo, aunque nunca penetrará en una eléctrica, por razones de seguridad aérea.
Los instrumentos a bordo del G-1 durante sus vuelos en el cúmulo orográfico captarán principalmente datos sobre dinámica en la nube, microfísica, aerosoles y variables ambientales.
“Para interceptar tormentas desde su formación, la instrumentación móvil se enfocará en las tormentas y observará sus estructuras internas. Las redes de radares fijos y móviles (incluidos los famosos “Doppler sobre ruedas” que se ven comúnmente en los videos de persecución de tormentas) se perfilarán dentro de las tormentas para observar los flujos y la producción de fuertes lluvias, vientos violentos y granizo dentro de las tormentas”, aseguró el experto.
Los entornos alrededor de las tormentas, que se piensa son importantes para determinar cómo se desarrollan las tormentas, se observarán con lanzamientos rápidos de globos meteorológicos (con una frecuencia cada 30 minutos), estaciones meteorológicas móviles y vehículos instrumentados que capturan los patrones climáticos a pequeña escala.
“La instrumentación continua de rayos tridimensionales permitirá el examen de las características de la tormenta y la electrificación para mejorar nuestra comprensión de por qué las tormentas argentinas producen rayos abundantes”, agregó el especialista.
A medida que la intensa precipitación cae sobre la tierra, el equipo de “búsqueda de inundaciones” medirá el flujo de la corriente en los ríos. Las aplicaciones de teléfonos celulares de drones y ciudadanos locales ayudarán a controlar la caída del granizo.
Clima extremo en las Sierras de Córdoba
Los desastres meteorológicos que causan muertos y pérdidas por millones de dólares son comunes en Argentina, donde las inundaciones repentinas pueden desplazar a decenas de miles de personas y matar a cientos por evento. Y según los modelos climáticos realizados por científicos argentinos, los datos muestran una mayor frecuencia de los eventos de inundación.
La última temporada de tormentas trajo muchísimo granizo en Argentina. En noviembre, las acumulaciones de hielo caído en las Sierras de Córdoba en una ruta superaron los 60 centímetros.
En febrero, la tormenta de granizo récord en el hemisferio sur se observó en Villa Carlos Paz, provincia de Córdoba, con un diámetro de casi 18 centímetros. Villa Carlos Paz es el hogar del centro de operaciones RELAMPAGO-CACTI, donde se alojarán los científicos durante el experimento.
El granizo es también otra gran amenaza para los cultivos de uva en la región vitivinícola de Mendoza, donde una tormenta severa puede arruinar la cosecha de un año. Los agricultores instalan redes sobre las uvas para tratar de mitigar el daño. Además, aviones gubernamentales y privados tratan regularmente de sembrar las nubes con yoduro de plata para reducir el tamaño del granizo.
En pocos días comenzarán los estudios de campo. Y dentro de un año se habrán analizado todos los datos científicos para generar mejores modelos meteorológicos. Todo un desafío para un país que tiene de todo.
Fuente: Infobae.com