Roma – Minimizar los contactos sociales parece ser la última arma disponible en Europa para evitar un regreso a las restricciones a nivel nacional, mientras avanza la segunda ola de la pandemia con unos 140 mil nuevos contagiados cada día. “Alemanes, por favor, quédense en casa”, pidió en ese sentido, hoy, la canciller Angela Merkel.
Los datos sobre la pandemia en Europa no dejan lugar a interpretaciones, pues el número de víctimas aún no está en alerta roja (excepto en Gran Bretaña y España), pero la omnipresencia del coronavirus marca una progresión diaria desconcertante, más que en Estados Unidos, India y Brasil juntos.
A lo que se suma el creciente número de hospitalizaciones.
Alemania tuvo tres récords consecutivos, superando los 7.800 casos nuevos en 24 horas.
“Renuncien a viajes o celebraciones innecesarias, por favor quédense en casa el mayor tiempo posible”, fue el llamamiento de Merkel, mientras las próximas semanas serán “decisivas” para salvaguardar la Navidad.
Además, en Berlín trascendió que el presidente de la República, Frank-Walter Steinmeier, se había puesto en cuarentena después de que uno de sus guardaespaldas, con quien había estado en contacto “durante varios días”, dio positivo.
El Covid-19 ya golpeó los niveles más altos de la política, como los casos de Donald Trump, Boris Johnson o Jair Bolsonaro.
Los últimos en orden de tiempo fueron los ministros de Relaciones Exteriores de Bélgica y Austria, Sophie Wilmes y Alexander Schallenber Ambos, por el momento sin síntomas, habían participado en el Consejo de la UE el pasado lunes en Luxemburgo. Así como el canciller italiano, Luigi Di Maio, quien periódicamente se somete a pruebas.
El riesgo de contagio cambió drásticamente el estilo de vida de los europeos.
En Gran Bretaña, el país más afectado en términos de muertes (150 en las últimas 24 horas), 28 millones de personas viven bajo restricciones muy severas.
En Inglaterra está la situación más crítica: en Lancashire se pasó al nivel 3, la alerta máxima, hasta ahora vigente en Liverpool.
En Manchester vamos en esa dirección, mientras que en Londres se pasó del nivel 1 al 2.
John Bell, profesor de medicina en Oxford y asesor del gobierno, cree que todo esto es insuficiente. Y por eso sugirió un cierre nacional breve pero estricto.
En cuanto a Francia, 20 millones de personas experimentaron la primera noche de toque de queda, de 21 a 6 (hora local), en la región de París y otras ocho ciudades importantes. Eso con 12 mil agentes en las calles para verificar que se cumplan las normas.
En ese contexto, lo que se quiere ese evitar un nuevo colapso de la economía: por eso los gobiernos de toda Europa no quieren volver al confinamiento generalizado. Y se mueven paso a paso, esperando que sea suficiente.
Fuente: Agencia ANSA