La etapa de La Loge des Garde, primera cita de montaña de la París-Niza 2025, dio lugar a una salvaje batalla al final de la carrera, para concluir una jornada en la que los corredores tuvieron que enfrentarse a unas condiciones meteorológicas difíciles que llevaron a una neutralización temporal. En esta aventura, las fugas del día supieron creer en sus opciones de victoria, pero solo quedaban los favoritos de la prueba para explicarse en los últimos tres kilómetros. Respondiendo a los ataques de Lenny Martínez, Jonas Vingegaard se lanzó hacia adelante, pero no pudo alejarse lo suficiente de sus rivales. El dos veces ganador del Tour de Francia fue alcanzado y batido en los últimos cien metros por Joao Almeida y tuvo que conformarse con el segundo lugar de la jornada, cuya amargura fue mitigada por la conquista del maillot de líder que le arrebató a su compañero de equipo Matteo Jorgenson por 5 segundos.
Ocho corredores en la fuga Quedan 146 corredores en la salida tras las retiradas de Julien Bernard (Lidl-Trek) y Amund Grondahl Jansen (Uno-X). Los candidatos a la fuga tardaron un poco en encontrar la apertura, pero en el km 18, Ben Swift (Ineos Grenadiers), Andreas Leknessund (Uno-X), Sylvain Moniquet (Cofidis), Dion Smith (Intermarché-Wanty) se escaparon, a los que se unieron muy rápidamente Thibault Guernalec (Arkéa-B&B), Vincenzo Albanese (EF Education-Easypost), Thomas Gachignard (TotalEnergies) y Edward Planckaert (Alpecin-Deceuninck). Al comienzo de la carrera, el grupo construyó un margen que inicialmente subió a 3 minutos en la cima de la Côte de Lavoine (km 33,6). Su evolución fue controlada por los pilotos de Visma-Lease a Bike, que mantuvieron la diferencia en torno a los 2’30”.
Caída y abandono de Buitrago
Mientras la ventaja de la fuga alcanza un máximo de 3’35” en el km 89, el pelotón pierde a uno de los jugadores esperados en la final de la jornada. Santiago Buitrago, en busca de su lugar tras un pinchazo, se cayó a 60 km de meta y se vio obligado a retirarse. En la subida al Granon, Joshua Tarling y Tobias Foss (Ineos Grenadiers) lanzaron un movimiento de contraataque, mientras que Dion Smith fue derribado por sus compañeros de fuga. Las condiciones climáticas se tornaron muy difíciles con lluvias de granizo y una carretera muy resbaladiza, la carrera se neutralizó a 45 kilómetros de la meta, registrándose las diferencias en 1’35” para los dos intercalados, luego 2’20” para el pelotón.
El Ineos Grenadiers en la pelea
Es en esta configuración que se invita a los corredores a retomar la carrera para comenzar los últimos 29 kilómetros de la etapa. A 25 kilómetros de meta, el noruego prueba suerte en solitario y se aleja ligeramente de sus compañeros de fuga, pero solo consigue una ventaja de 15″ y se reincorpora al grupo. Justo antes de la subida final, el grupo se recompone con el regreso del Ineos. Y a falta de 10 km para el final, todavía quedan Joshua Tarling, Tobias Foss, Ben Swift (Ineos Grenadiers), Andreas Leknessund (Uno-X), Thibault Guernalec (Arkéa-B&B), Thomas Gachignard (TotalEnergies) y Edward Planckaert (Alpecin-Deceuninck) en cabeza, pero solo 25” por delante para resistir al pelotón, de unos cuarenta corredores.
Lenny Martínez a la ofensiva
En la subida final, Tobias Foss acelera a los 6 kilómetros, pero el grupo principal, que queda reducido a una élite, se abalanza sobre él a los 2,5 kilómetros, precisamente cuando Lenny Martínez realiza un segundo ataque al que solo le sigue Jonas Vingegaard. El campeón danés respondió al joven francés y partió en solitario en los dos últimos kilómetros. Sin embargo, solo tiene unos diez segundos de ventaja y detrás de él, sus rivales no se han rendido. Con un margen de 5” bajo la Flamme Rouge, luchó por resistir el regreso de sus perseguidores, y en particular del portugués Joao Almeida que fue el más agudo y esprintó en los últimos 100 metros para conseguir su primera victoria en la París-Niza.
Fuente: Prensa París-Niza.