El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa advirtió que Vaca Muerta podría entrar en un freno total de la actividad porque La Aduana no permite ni agilizan el ingreso de insumos vitales para la producción de gas y petróleo.
Cuesta entender que se tomen medidas que atacan al enclave productivo estratégico en momentos que se necesita más desarrollo y más producción para generar divisas para el país.
Nuestra información revela que en las últimas 3 semanas solo se liberó el 7% de las SIRAs, que son los permisos que permiten el ingreso de equipos, repuestos, componentes e insumos. Estos permisos no se aprueban y dejan a todas las importaciones en depósitos aduaneros.
Hay empresas de servicios que están desarmando equipos para usarlos como repuesto de otros y hay operadoras que solo tienen herramientas para funcionar un mes.
Más de 30 equipos de perforación y 6 sets de fractura podrían ser parados por falta de insumos, los cuales están frenados en la aduana.
No podemos, de ninguna manera, volver a vivir un cuadro de situación de freno casi total de la actividad como el que sufrimos durante la cuarentena por Covid. Esto es evitable si los responsables de la Aduana hacen su trabajo como corresponde.
Están perjudicando a Vaca Muerta y esto se puede agravar, produciendo un daño terrible a las empresas, a las cadenas económicas de la región y a los más de 25 mil trabajadores y sus familias.
Los récords de producción y de exportaciones pueden desaparecer en un abrir y cerrar de ojos porque algún funcionario de Aduana no entiende que, sin la habilitación de los SIRAs, las operaciones están en riesgo en el corto plazo. Deben tomarse medidas urgentes para poner un freno a este problema porque el corto plazo es que, en una semana, una operadora deja de bombear por falta de repuestos.
Por cada mes que se frene la actividad, se perderá hasta un millón de barriles, equivalentes a 80 millones de USD de divisas no generadas por exportaciones no realizadas.
El ahorro no se genera frenando la actividad, sino todo lo contrario. Queremos trabajar y no volver a sufrir un 223 o una adenda que nos dejó a miles de trabajadores desocupados cobrando miserias en sus casas. Ya sabemos lo que es perder todo y eso no se va a repetir.
Advertimos que, de persistir esta situación, vamos a parar la actividad de manera total. No se va a bombear ni un metro de producción si un trabajador es suspendido o cesanteado porque unos señores de la Aduana no permiten que ingresen herramientas de trabajo.
Fuente: Prensa Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa