Esta mañana, el gobernador Weretilneck dijo que ‘su oferta salarial no se movería del 15%’ y que esperaba que la negociación tenga un ‘final feliz’. Como representantes de los trabajadores de la Administración Pública nos preguntamos qué entiende el gobernador por ‘final feliz’ ¿que ajustará sus cuentas cortando por el hilo más fino o que los trabajadores rebosarán de felicidad porque seguirán sin poder llegar a fin de mes?
La UPCN solicita al gobierno que el aumento del año 2018, incluya la recomposición salarial por desfasaje inflacionario de los años 2016 y 2017; lo que representaría un total de 28,75 % de aumento. Y los argumentos de la propuesta gremial sobran.
Los trabajadores de la Administración Publica provincial sufrimos una paulatina pero constante pauperización. Un porcentaje considerable de los compañeros están por debajo del límite de la pobreza con los salarios totalmente desajustados y muy por debajo de todos los aumentos de la canasta alimenticia, los servicios y los impuestos (solo el inmobiliario provincial subió un 40%). A los índices inflacionarios, los aumentos siderales de los servicios e impuestos, la canasta básica, la vestimenta; el combustible; etc. hay que sumarle que, en lo que va de esta gestión, con los atrasos en las reuniones de discusión salarial, el gobierno ya ‘comió’ un año de aumento de los sueldos de los trabajadores de la Administración Pública, lo que hizo que los salarios se hayan desvalorizado tanto a pesar de los incrementos anuales, que siempre llegaron en marzo o abril, no fueron retroactivos y se pagaron en tramos. Por otro lado, debe tener en cuenta este gobierno que la cantidad de empleados de la Administración Pública no se incrementa desde el año 2011, aún a pesar de la creación de varias instituciones inauguradas por el gobierno provincial (hospitales, escuelas etc.).
Además de la suba desproporcional del costo de vida de estos últimos años en el país y particularmente en la Patagonia, hoy por hoy, un trabajador de la Administración Pública recibe un tratamiento injusto e inconstitucional en su rol de agente del Estado, porque una persona que sirve el café en la Administración Pública gana muchísimo menos que un agente que lo sirve en el Poder Judicial o en el Poder Legislativo. Lo mismo ocurre con todas las categorías, un administrativo o un profesional de la Administración Pública gana mucho menos de la mitad de lo que recibe como salario una persona con el mismo trabajo y responsabilidad de cualquiera de los otros dos poderes. Y no es que los demás ganen mucho, sino que los trabajadores de la Administración Pública Provincial tenemos sueldos de hambre. La UPCN pide que ‘de una vez por todas’ se comience a trabajar sobre la equiparación de los salarios con los otros poderes del Estado provincial. Los agentes públicos que presten la misma función en los tres poderes del Estado, deben percibir remuneraciones en un grado de equiparación, en razón de la tarea que desarrollan y el grado de responsabilidad que el ejercicio de las funciones conlleva.
Entre otros aspectos puntuales, la UPCN solicita: la actualización en el pago de las asignaciones familiares que está retrasada hace varios años con respecto al valor de las mismas a nivel nacional; el pago en concepto de indumentaria acorde al incremento que ha sufrido la vestimenta; la aplicación urgente del Manual de Misiones y Funciones del sector Servicio de Apoyo no docente en el Ministerio de Educación que ya está aprobado, restando que el Ministerio de Economía haga el presupuesto; la actualización también urgente de las promociones automáticas en el Ministerio de Salud y otros organismos; un aumento en los puntos de guardia para ENFERMERIA del Agrupamiento 3ro. De la Ley 1904; darle tramite a los proyectos para incentivos al personal de Tesorería General; Personas Jurídicas; Lotería; Ministerio de Gobierno, entre otros; la incorporación al básico del concepto ‘Complemento al Mínimo’ de las Categorías 1 a 8 de la ley nº 1844; la reconstrucción de la carrera para los agentes de la ex SAERSA reincorporados al Estado; la puesta en práctica el escalafón laboral previsto en la Ley nº 3.487, en consonancia con la modernización del Estado.
Además, dejamos claro el malestar del gremio por los cambios que se están produciendo en los CEFI (Centro Educativos Facilitadores IPAP) que funcionan en las Delegaciones de la UPCN, que afectan a los trabajadores que se desempeñan como referentes académicos e institucionales, produciendo también una afectación a los alumnos -trabajadores de la Administración Pública- que quieren perfeccionarse para poder realizar mejor sus tareas. En los CEFI hay casi 5.000 agentes formándose y capacitándose.
También planteamos que consideramos oportuno rever el funcionamiento de Arsa y Arse, entidades del Estado convertidas en sociedades anónimas o del Estado que son deficitarias y causan un perjuicio económico a las arcas de la provincia. Ambas deben volver a pertenecer al Departamento Provincial de Aguas y aportar al Estado.
Por último, dejamos en claro que, de acuerdo a la Ley vigente (Ley 3052), la discusión salarial debe llevarse a cabo en la órbita del Consejo Provincial de la Función Pública y éste debe estar integrado por: el Gobernador de la Provincia, El Ministro de Economía, El Secretario General de la Gobernación, El Secretario Ejecutivo de la Función Pública y un Representante de la Asociación Gremial Mayoritaria, que en este caso es la UPCN. Según la Ley vigente en nuestra provincia, el Consejo Provincial de la Función Pública es el único organismo autorizado por la Ley para tal efecto. Vista la Ley, dejamos claro que, en caso de que el gobierno no esté dispuesto a cumplirla, envíe a la Legislatura Provincial un proyecto para la creación de una Ley de Convención Colectiva de Trabajo para la Administración Pública provincial.
Dejamos claro también que la UPCN, tal y como viene haciendo históricamente, es un gremio con vocación de diálogo y que esto implica una respuesta idéntica de la otra parte, el análisis conjunto de las demandas y posibilidades y no una imposición de techo salarial donde las situaciones de diálogo y de negociación se ven socavadas desde el vamos.
Fuente: Prensa UPCN