Las cámaras pesqueras mandaron a elaborar un documento que contiene una serie de cuestionamientos a las evaluaciones de impacto ambiental que se hicieron para desarrollar la prospección en la Cuenca Argentina Norte. Califica como “inadmisible” que la primera vez que se visita el área sea para iniciar la prospección sísmica.
“Cuestiones a objetar en las audiencias públicas respecto de las evaluaciones de impacto ambiental realizadas para la exploración sísmica en el Mar Argentino”. Así se titula el documento encargado por algunas cámaras de la pesca para refutar el avance del proceso de exploración en la Cuenca Argentina Norte.
“A nuestro criterio los Estudios de Impacto Ambiental (EsIA) y el procedimiento para llevar a cabo las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) por parte del organismo público responsable del cuidado del ambiente en nuestro país, en particular para aquellas vinculadas a la exploración sísmica submarina en busca de hidrocarburos, adolecen de fallas sustantivas que no permiten una gestión eficiente ni aseguran una protección ambiental aceptable”, resume el documento elaborado por una consultora por encargo de algunas cámaras.
El informe se divulgó mientras se desarrolla la audiencia pública que comenzó el día de ayer con la participación de más de setenta expositores de distintos sectores, públicos y privados, de una lista de más de 500 inscriptos, entre los que figuraron referentes de la industria pesquera como Darío Sócrate y Sebastián Agliano, entre otros.
El estudio sostiene que, los EsIA “adolecen” de distintos errores conceptuales y operativos. El primero de ellos se relaciona con la pretensión de establecer líneas de base ambiental de un determinado sector del Mar Argentino, basadas exclusivamente en información bibliográfica, la cual en la mayoría de los casos presenta inconvenientes.
En ese sentido el documento apunta a que esos estudios no reflejan la realidad del estado del ecosistema antes del inicio de la experiencia sísmica. “Debe exigirse la realización de estimaciones directas de las características ecológicas del área a intervenir para la confección de las líneas de base” y ponen como ejemplo una exploración en Vaca Muerta basada en información de la biota en la pampa húmeda.
“Sin embargo es lo que está ocurriendo en la mayor parte de los casos con los EsIA en las distintas cuencas marítimas licitadas para exploración y explotación petrolera en el Mar Argentino”, advierte el documento. “Incluso en muchos casos con groseros errores que demuestran un alto grado de desconocimiento del medio marino local”, subrayan.
Desde la industria pesquera se objeta que la falta de observaciones directas de campo para establecer la línea de base ambiental, invalidan cualquiera de los EsIA que se están llevado a cabo hasta el presente para la exploración sísmica en el Mar Argentino.
El informe científico califica como “inadmisible” que la primera vez que se visita el área sea para el inicio de la prospección sísmica, y no se haga ninguna corroboración in situ respecto de lo que los estudios de impacto ambiental, en la teoría, indican y del impacto proyectado.
Las empresas petroleras aseguran que las medidas de mitigación apuntan a comenzar gradualmente con la exploración para permitir a los recursos móviles (principalmente megafauna, peces y moluscos) abandonar el área de manera paulatina.
“Sin embargo, si se suman actividades sísmicas en áreas aledañas, y se considera que, durante los próximos dos años, por ejemplo, está previsto realizar un gran número de prospecciones que coexistirán en vastas regiones del Mar Argentino, el resultado puede ser, y seguramente lo será, un gigantesco efecto dañino sobre la biología de los recursos vivos del mar”.
La falencia que presenta el Proceso de Evaluación Ambiental se podría haber evitado si se hubiera adoptado una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), en forma previa a la implementación de la política hidrocarburífera que proyectó licitar áreas a prospectar en el Mar Argentino.
La EAE hubiera permitido darle un marco más adecuado a dicha política de desarrollo de la actividad, dado el cúmulo de procesos y actividades involucradas, asegurando brindar el enfoque adecuado y precautorio que merece tamaña tarea, permitiéndole a la autoridad de aplicación atender y contemplar los potenciales impactos directos, indirectos y sobre todo acumulativos a generarse.
“Entendemos que de haberse contado con dicho instrumento de gestión en el proceso inicial de toma de decisiones, el Estado podría haber contado con un panorama mucho más confiable y ajustado a la realidad, permitiéndole a su vez proyectar una delimitación espacio-temporal más acorde con el objetivo de tutelar los recursos que pueden verse potencialmente afectados por la actividad pretendida”, señala el documento en tanto aclara que la aplicación de los EAE se encuentra establecida a través de la Resolución 434/2019 de la exsecretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
Dejando de lado generalidades en la manera en que se presentaron los estudios de impacto ambiental y enfocándose específicamente en lo que hace a los recursos pesqueros que se ubican en la zona impactada.
“No se respaldan las conclusiones de los EsIA que califican un impacto bajo o moderado de la sísmica sobre merluza y calamar”, subraya el informe: “Con pruebas efectuadas en los lugares específicos en que se realiza la experiencia, ni sobre dichas especies en particular”. Por lo tanto, conforme se replica en los distintos Estudios de Impacto presentados, particularmente se toman ejemplos de experiencias correspondientes a otros sitios y en la gran mayoría de los casos, sobre otras especies, sin reparar que no responden a las mismas características ambientales ni biológicas de nuestro mar.
El documento elaborado para la industria pesquera concluye que esa es una gran falla de los EsIA realizados hasta el presente en el Mar Argentino. “Arriban a conclusiones poco sólidas y basadas en pretendida evidencia que no se sustenta en análisis específicos en el ambiente y sobre la biología de los recursos pesqueros y otros organismos del ecosistema marino presentes en el Mar Argentino”.
Poniendo la lupa sobre el efecto de espantamiento y huida de peces que aparecen en los EsIA elaborados, consignan que ese fenómeno puede producir un cambio en los hábitos de los peces, que si se produce durante alguno de los eventos sensibles y críticos del ciclo de vida puede alterar la ecología de las poblaciones.
El informe de la consultora considera que, al no contemplar las particularidades del ciclo biológico, no se establecen mecanismos de mitigación apropiados del efecto de la sísmica. “Las pocas y cuestionables medidas de mitigación propuestas resultan insuficientes sobre todo por hacer reparo únicamente sobre cetáceos o mamíferos marinos, partiendo de la premisa de que solo sobre dichos especímenes se encuentra identificada una afectación importante”.
También se objetó que las prospecciones se realizarán siguiendo parámetros económicos como la mejor época en función de las características climáticas, aprovechando el buen estado del mar para asegurar el mejor aprovechamiento del tiempo del buque sísmico.
No es apropiado considerar estas razones para determinar el período de realización de la prospección. Por el contrario, el momento elegido debe responder primariamente a aquél en que se produzca la menor afectación posible del ecosistema, y no a cuando resulta “más cómodo o menos oneroso” para las empresas petroleras llevar a cabo las experiencias.
Por último, concluye la consultora que bajo estas condiciones en que no existe un diagnóstico certero que brinde un panorama de partida ajustado a la realidad, no es posible determinar con certeza qué efectos se produjeron.
“Si esto ocurre, el Estado Argentino carecerá de herramientas para corroborar el perjuicio potencial, y menos aún podrá cuantificarlo, vedándose la posibilidad de estimar su posible magnitud o duración”, destaca el informe en tanto subraya que “se asume que los daños ambientales pueden ocurrir, dado que no se afirma lo contrario”, pero no se hace nada para proceder a verificar su existencia y cuantificación y por lo tanto, se torna ineficaz cualquier plan de remediación o compensación ambiental a diagramarse.
“De esa forma, mucho menos aún, podrá exigirse a quien lo produjo un resarcimiento motivo de su intervención”, concluye el documento con las objeciones a los estudios de impacto ambiental realizados para la exploración sísmica.
Fuente: Revista Puerto