Ni la tienda ni la tarjeta se hicieron cargo: la clienta ganó el juicio

Una mujer de San Antonio Oeste compró ropa infantil por internet en tres cuotas sin interés mediante su tarjeta de crédito. Por falta de stock en una de las prendas y por haber recibido otra en un talle incorrecto, solicitó el reintegro del dinero a la empresa, pero nunca lo recibió.

Desde Mimo&Co le informaron que el trámite ya había sido gestionado y que la devolución se vería reflejada en el resumen siguiente de su tarjeta. Sin embargo, al pasar un mes sin novedades, la clienta reclamó tanto a la tienda como a la tarjeta.

La empresa de ropa reafirmó que había gestionado correctamente el reintegro y derivó el reclamo a la emisora de la tarjeta.

Por su parte, Tarjeta Naranja negó haber recibido una solicitud de anulación de compra por parte del comercio.

La mujer acudió al Departamento de Defensa del Consumidor de la Municipalidad de San Antonio Oeste, donde presentó documentación respaldatoria: factura de compra, nota de crédito, detalle de operaciones en Mercado Pago, correos electrónicos, resumen de consumo e informe de Tarjeta Naranja, además de las actuaciones administrativas correspondientes.

Al no obtener resultados, decidió presentar una demanda de menor cuantía en el Juzgado de Paz.

La mujer afirmó haber realizado múltiples reclamos a través de canales digitales, incluyendo chats con atención al cliente. También cuestionó la aparición de una nota de crédito en uno de los resúmenes de la tarjeta, alegando que no estaba correctamente detallada y que su acreditación fue producto de la intervención estatal y no de una gestión voluntaria de las empresas.

Por todo ello, la jueza de Paz consideró que ambas firmas eran responsables en la relación comercial. Por eso, condenó solidariamente a Tarjeta Naranja S.A.U. y a Vestiditos S.A. (razón social de Mimo&Co) a pagarle a la clienta un total de 90.839 pesos más intereses.

Comunicación Judicial RN