Omicron mantiene en jaque a Europa

Roma – Boris Johnson cedió a la avanzada de Omicron adoptó el plan B para contener la pandemia, admitiendo, de hecho, que apuntar todo a las vacunas no bastó: en el Reino Unido tendrá lugar un nuevo apretón, con la obligación del Pase Verde en los locales, el recurso del teletrabajo y los barbijos.

La nueva variante, en efecto, tiene en vigilia a toda Europa porque apareció en una fase en la cuarta oleada y aún es fuerte.

Basta observar en Alemania, que lidia con un número de muertos jamás visto en diez meses.

Luego de dos semanas del descubrimiento de Omicron en Sudáfrica, la comunidad científica no dispone aún de datos suficientes, aunque si al momento de la cautela prevalece sobre la alarma.

Para la OMS la nueva variante parece provocar síntomas “más leves en relación a la Delta y no existen riesgos de evidencias que puedan eludir las actuales vacunas.

Al mismo tiempo, su difusión crece (es en al menos 57 países en el mundo, 21 en Europa) y “aumenta el riesgo de reinfección”.

En Europa Omicron resulta presente, sobre todo en el Reino Unido. Se está difundiendo “muy velozmente” respecto a las otras variantes y los casos podrían duplicarse cada dos o tres días, refirió Boris Johnson.

Y que está en curso, a cubierto anunciando la adopción de un plan B nuevas restricciones que hasta ahora se deseaban evitar, apuntando sobre todo a las vacunaciones. Las nuevas medidas prevén el Green Pass vacunatorio (luego de las dos dosis) para el ingreso a discotecas y lugares donde se reúnan grandes grupos de personas. El retorno a la indicación del trabajo en casa y la extensión de uso del barbijo en gran parte de los lugares cerrados.

Ulteriores medidas tienen lugar en los países escandinavos porque los contagios están en ascenso. En Dinamarca se cierran las escuelas y bares, locales y restaurantes deberán cerrar a medianoche. En Noruega, donde la situación es “grave”, el premier Jonas Gahr Store impuso un techo a las reuniones en casa y la obligación de barbijos en todas partes donde el distanciamiento social sea imposible.

Omicron tiene alta atención de los gobiernos porque corre el riesgo de alimentar ulteriormente la cuarta oleada de la pandemia. En Alemania, el país europeo más expuesto, la tasa de incidencia semanal está en descenso, pero los contagios diarios son altísimos, casi 70.000, y existe un récord de 527 decesos, jamás tantos desde febrero.

Un recordatorio para Scholz, en el día de su jura como canciller. El presidente de la República, Frank-Walter Steinmeier, pidió al sucesor de Angela Merkel “asegurarse que la pandemia no nos apriete un año más”, y el líder socialdemócrata prometió “continuidad” en la lucha contra el virus.

Para los países que están apuntando a las vacunas el Green Pass se reveló un instrumento más eficaz para aislar a los no vacunas sin imponer la obligación de inmunización.

Un tema delicado porque toca la libertad individual, de la cual se expresó la Alta comisionada ON para los derechos humanos, Michelle Bachelet.

El rechazo a las vacunas “puede comportar consecuencias legales, como multas apropiadas”, afirmó la expresidenta de Chile.

“En ninguna circunstancia debería ser suministrada por la fuerza”, agregó Bachelet.

Fuente: ANSA