Italia – “Coronavirus: stop a la temporada de esquí en el Alto Adige (noreste de Italia, NDR)”, escribía ANSA el 9 de marzo de 2020, la fecha en que las estaciones se frenaron durante meses, y también durante el invierno siguiente, con escasas excepciones.
Y ahora, a 20 meses de distancia, vuelve a cernirse sobre los Alpes una pesadilla para los amantes del esquí.
En Italia, todas las esperanzas apuntan al “green pass”, el pase sanitario de vacunación o que se otorga tras un hisopado negativo, mientras del otro lado del paso del Brennero que divide a Italia de Austria solo podrán esquiar los vacunados y los curados.
Bolzano, en el noreste de Italia, cerca de la frontera con Austria, está prácticamente en zona amarilla y “el paso al naranja (y el cierre de las plantas, NDR) es breve”, recordó el asesor de Sanidad, Thomas Widmann.
“La cuarta ola -dijo- llega del norte y sin duda no se frena en el Brennero. Estamos a un paso de descarrilar, porque en el Alto Adige tenemos un bajo porcentaje de vacunados”.
La cantidad de inmunizados es, efectivamente, un 10% inferior al resto de Italia. En dos semanas, el número de nuevos casos aumentó 15 veces y el número de internaciones se triplicó.
Según Widmann, “hace falta respetar las reglas vigentes, más controles y la tercera dosis, que a partir de mañana será accesible para todos después de seis meses”.
Como agregó el gobernador Arno Kompatscher, la incidencia es más alta en las regiones del norte, como el Alto Adige y el Friuli, “pero no solo por cuestiones climáticas, sino también por la baja tasa de inmunizados”.
“No sirve -agregó- excluir a los no vacunados del ‘green pass’ si no se lo controla”.
También los mercadillos de Navidad de la región están siendo especialmente observado y la situación se evalúa día tras día.
En vista de la temporada invernal y de los numerosos accidentes de esquí, Widmann se dijo preocupado por la presión ya alta sobre los hospitales, debido a la pandemia, y a los 700 miembros del personal sanitario suspendidos por no haberse vacunado.
Los datos confirman que la cuarta ola llega desde el norte.
En Alta Austria la incidencia semanal es de 1.422 y en Salzburgo llega incluso a 1.519, mientras en Italia está por debajo de 100. Siempre en Alta Austria, en los últimos cuatro días murieron 59 pacientes.
“Tenemos espacio en terapia intensiva solo porque hay pacientes que mueren”, dijo al diario Der Standard Jutta Oberweger, portavoz de la agencia sanitaria de esa región austríaca.
La situación es similar en Salzburgo, donde se estableció un grupo de “triage” compuesto por cinco médicos y un jurista.
Berlín desaconseja los viajes a Austria y quien vuelve de allí debe estar diez días en cuarentena. Difícil imaginarse una temporada invernal sin alemanes en esa parte de Italia.
Mientras tanto, también en el Val d’Aosta (noroeste) los contagios comenzaron a correr de nuevo, sobre todo entre los jóvenes. Por el momento, la situación sigue bajo control, los umbrales de ocupación de las camas de hospital y en terapia intensiva no causan preocupación.
Con tales condiciones de presión sobre el hospital local, se espera poder iniciar bien la temporada de esquí, cuya apertura -salvo Cervinia, donde ya se esquía desde hace algunas semanas- está prevista entre fines de noviembre y principios de diciembre.
Fuente: ANSA.