La requisitoria a Educación fue impulsada por la legisladora María Eugenia Martini, luego de participar este viernes de una recorrida por el edificio en compañía de las autoridades del colegio.
Presencia de roedores, falta de calefacción, materiales y herramientas, son algunos de los problemas que padece el Centro de Educación Técnica número 2, “Jorge Newbery”, uno de los establecimientos educativos más emblemáticos de la ciudad.
Fundado en 1953, fue el único colegio industrial de Bariloche durante décadas y hasta hace pocos años atrás. Hoy víctima de la desidia y falta de mantenimiento por parte de las autoridades educativas se encuentra en una situación de zozobra y sus directivos solicitan la suspensión de clases que, pese a las severas falencias, el Consejo les niega.
“Cuando llueve”, relatan los padres, “el gimnasio se inunda y queda inutilizable. Hay ventanas con los vidrios rotos, tapados con cartones y talleres sin calefacción; mobiliario inservible y herramientas rotas, por lo que no se puede, en muchos casos, dar clases prácticas”.
Aseguran que es habitual encontrar rastros de roedores, y este año, a poco del inicio de clases, el establecimiento debió ser evacuado y docentes atendidas de urgencia, afectadas por la inhalación de monóxido de carbono, producto de un calefactor en mal estado de funcionamiento.
El CET 2 ha sido -hasta que luego de idas y vueltas, demoras y protestas de la comunidad educativa, la provincia avanzó con la obra del CET 28– la única escuela técnica de la ciudad, “capital de la ciencia y la tecnología”, nombrada poco tiempo atrás por la Legislatura provincial.
El viernes último, la legisladora María Eugenia Martini, recorrió el edificio junto a docentes y alumnos del establecimiento, con la intención de relevar el estado de las instalaciones para elevar un pedido de informes desde el bloque legislativo que preside a las autoridades del ministerio de Educación, ante la falta de respuestas y el constante reclamo de los padres.
“Se informe las medidas presupuestarias y de disposición de recursos humanos que se han tomado en relación a la situación del CET 2 Jorge E, Newbery”, puntualiza la requisitoria, y además que “se comunique si existe un plan de obras y un plan de mantenimiento y cuál es el presupuesto previsto para el presente año en relación a la escuela mencionada”.
“Hemos tenido que trabajar en un taller sin calefacción durante cuatro horas”, señaló Soledad Contreras, integrante de la cooperativa de la escuela técnica.
“Estuvimos hasta ahora esperando que Camuzzi haga una nueva conexión de gas. Sin ello no se podían dictar las prácticas. Los chicos estuvieron con ese taller suspendido desde el inicio de clases”, explicó.
En otro de los puntos, el pedido de informes del Frente de Todos al ministerio de Educación, reclama que “se indique cuáles son los medidas de seguridad e higiene que se prevé tomar a fin de garantizar el correcto funcionamiento de la institución y específicamente: la provisión de un sistema de extractores en talleres de soldadura; la instalación de calefacción en gimnasio y talleres, la falta de insumos y herramientas básicas que impiden el dictado de talleres, la falta de arreglo y reposición de maquinaria”.
Y por último, que “Se informe que medidas se prevé tomar para combatir la permanente presencia de roedores en el colegio, indicando cuales serán adoptadas de manera inmediata y cuales serán de mantenimiento”, solicitan los legisladores.
Entre las casi 1.500 escuelas técnicas del país, la de Bariloche tiene la ventaja de estar inserta en una comunidad científica y tecnológica que demanda empleos de alta especialización.
En ese sentido, el CET 2 trabaja en una inserción con desarrollo tecnológico local muy fuerte, producto de “prácticas profesionalizantes”, donde los estudiantes tienen que hacer sus primeras incursiones laborales en empresas locales.
“Es un acervo barilochense, muy propio, que apunta al empleo de calidad y que hoy, producto de la desatención y la miopía, se pone gratuitamente en riesgo”, señaló Martini.