En el día de ayer, el presidente Javier Milei, presentó un decreto de necesidad y urgencia, sobreponiéndose a las funciones del poder legislativo y a los principios consagrados en nuestra Constitución Nacional que rigen nuestra forma republicana de gobierno.
Este DNU implica otorgar a Milei facultades extraordinarias que le permiten ejercer un control absoluto sobre el poder público. Esta atribución está específicamente reservada al Congreso, y cualquier disposición, como el DNU de Milei, está expresamente prohibida por el Artículo 29 de la Constitución Nacional. Según nuestra carta magna, el decreto totalitario de Milei es “de nulidad insanable”, ya que coloca al pueblo argentino en una posición de sumisión, afectando a las instituciones democráticas en general.
Las emergencias declaradas solo encuentran justificación en el relato intencionalmente falaz promovido por la ultraderecha, que hoy cumple sus amenazas de socavar los derechos sociales de todos los argentinos.
El decreto, sin necesidad ni urgencia, busca derogar un conjunto diverso de leyes. Las numerosas medidas exceden cualquier capacidad de análisis sintético. En resumen, propone retomar el nefasto esquema de privatizaciones de la dictadura militar y el menemismo, desregular la economía para satisfacer la insaciable sed de los mercados, eliminar derechos que protegen a trabajadores, arrasar con sectores completos de la producción nacional, y liquidar el patrimonio de los argentinos mediante la derogación de la Ley de Tierras, que resguarda la Soberanía Nacional limitando la venta del territorio nacional a capitales extranjeros.
Dada la gravedad de esta situación, nuestra Ley Fundamental establece una posición contundente: “Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable y someterán a quienes los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria.”
Finalmente, es imperativo referirnos a la estafa electoral mediante la cual el binomio MILEI-MACRI asumió recientemente el gobierno. Una vez más, se mintió descaradamente al pueblo de manera sumamente cruel, obligándolo a ajustarse a un nivel extremo y asfixiante. Mientras tanto, aquellos que no fueron elegidos para gobernar en esta oportunidad, quienes fueron repudiados por endeudar irresponsablemente al país condenando a la pobreza a generaciones completas, aquellos condenados al “Nunca Más” después de largos años de terror, y quienes no tienen la más mínima empatía ante las dificultades de nuestro pueblo, hoy nos gobiernan, nos oprimen, nos reprimen y nos privan de derechos y recursos estratégicos que costaron décadas de sacrificio conseguir y mantener.
En este crucial momento, ratificamos la necesidad de defender la Constitución Nacional, las reglas de la democracia, la forma de gobierno republicana, las instituciones y, sobre todo, los derechos conquistados en beneficio de nuestro Pueblo y nuestra Patria a lo largo de la honorable historia de nuestro maravilloso país. Lucharemos incansablemente contra cualquier intento de socavar los pilares fundamentales de nuestra nación. ¡Por la patria, por el pueblo, por la equidad y el trabajo digno!
Fuente: J. Ernesto Montecino Odarda – Unión Por La Patria