Vacuna nasal contra el Chagas

Investigadoras del CONICET y de las universidades nacionales de Rosario y el Litoral desarrollan una vacuna contra la enfermedad de Chagas que se aplica de forma nasal. La misma pasó con éxito sus primeros ensayos en ratones, donde mostró resultados positivos en la disminución de la miocarditis, la inflamación y las alteraciones provocadas por esta patología en su fase crónica.

La enfermedad de Chagas, antes conocida como mal de Chagas, es causada por una parásito intracelular (Trypanosoma cruzi) que se transmite por las vinchucas. En la Argentina es una enfermedad endémica en una zona que va del centro del país hacia el norte, que es adonde se encuentra el insecto, pero como también puede transmitirse de madre infectada a hijo puede tener presencia en todo el país y se calcula que hay alrededor de un millón y medio de personas con la enfermedad.

Esta enfermedad puede causar agrandamiento del colon y del esófago, alteraciones neurológicas y de corazón. Las mayores complicaciones se manifiestan de quince a treinta años luego de la infección. Si bien existen tratamientos para curar esta enfermedad, son solo efectivos cuando se aplican en los primeros meses de infección, que generalmente es asintomática, o con síntomas inespecíficos como dolor de cabeza, de estómago o fiebre. Pasada esta primera etapa, la efectividad del tratamiento se reduce a la mitad. Sí se hacen testeos a los recién nacidos y cuando dan positivo se puede curar la enfermedad con bastante éxito.

Investigadoras del CONICET y de las universidades nacionales de Rosario y el Litoral trabajan en el desarrollo de una vacuna nasal contra esta enfermedad, que pasó con éxito los primeros ensayos en ratones. Ana Pérez, líder del proyecto, trabaja en el Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (IDICER CONICET-UNR) y, en diálogo con TSS, dijo: “El desarrollo que hicimos está en etapa preclínica y en los ensayos en animales probamos que disminuye muy marcadamente el desarrollo de miocardiopatía chagásica crónica, que es la forma de patología más común en nuestro país y es la que causa las complicaciones más comunes asociadas al Chagas. Se administra de forma nasal porque nos dio los mejores resultados de protección”.

El desarrollo está en etapa preclínica y en los ensayos en animales encontraron que la vacuna disminuye muy marcadamente el desarrollo de miocardiopatía chagásica crónica.

“Desde el punto de vista inmunológico, las vacunas que se administran por vía subcutánea o intramuscular funcionan muy bien a nivel sistémico pero tienen una respuesta pobre a nivel de mucosas en término de anticuerpos”, explicó a TSS la investigadora. Y agregó: “Sería muy bueno poder generar una vacuna a nivel de mucosas. En la práctica solo están la Sabin y una vacuna contra la gripe pero son mucho más difíciles de desarrollar. Desde el punto de vista de la aplicabilidad, pensando que puede ser una población vulnerable, en lugares alejados y con un calor que hace que no puedas tener vacunas refrigeradas, pensamos en una vacuna que pueda administrarse fácilmente. Todavía no sabemos si en forma de tópico o aerosol, y no generaría el rechazo en la gente que genera el pinchazo”.

Del proyecto también participa el Laboratorio de Tecnología Inmunológica de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), a cargo de Iván Marcipar, y para terminar la etapa preclínica deben falta probar la vacuna en otro modelo animal mamífero (podrían ser monos, perros o cerdos), así como también en células de pacientes. Una vez superados con éxito estos estudios se podrían empezar las pruebas en humanos, pero todavía queda mucho trabajo por delante.

“Los estudios de efectividad nos dieron que los ratones vacunados tuvieron una presencia mucho más baja de parásito en sangre comparado con los no vacunados, y también de parásito en tejidos. Y el estatus clínico, es decir, cómo se los ve, es muy evidente. Los animales que no estaban vacunados a simple vista uno se daba cuenta de que estaban enfermos, mientras que en el caso de los vacunados algunos no parecían enfermos en lo más mínimo. Todo esto durante la fase aguda, los primeros momentos de la enfermedad. Durante la fase asociada a la miocardiopatía chagásica crónica hay menor daño funcional, menor fibrosis y un nivel de parásito en sangre muy bajo”, explicó Perez. Por ahora no hay charlas con laboratorios privados para hacer las pruebas clínicas porque primero deben concluir los ensayos con nuevo modelo animal y si los resultados son satisfactorios planean iniciar esas conversaciones.

Del proyecto participan investigadoras del CONICET y de las universidades nacionales de Rosario y el Litoral.

Si bien la enfermedad de Chagas es endémica en todo América Latina y está asociada a poblaciones vulnerables ya que las viviendas con techos de paja, paredes de adobe y piso de tierra favorecen su presencia, la vinchuca ha colonizado ambientes periurbanos adonde también infectan a mascotas y aves. En el norte de Brasil y en Venezuela se han reportado casos de infección por vía oral por comer una comida contaminada con el parásito.

Fuera de América Latina se estima que hay 400.000 personas infectadas dispersados por el mundo, con 300.000 en Estados Unidos, 50.000 en  España, 30.000 en Japón. En estos lugares no hay vinchucas pero se puede dar la transmisión congénita, por donación de sangre o por donación de órganos.

Una de las principales formas de eliminar el parásito es combatiendo la proliferació del vector, como conn los programas en los que se articulan organismos municipales, provinciales y nacionales para la detección de vinchucas en viviendas. Cuando se aplican estas técnicas los contagios en la población bajan de forma considerable por eso es importante que la inversión en políticas sanitarias de prevención sea constante.

El ultimo año, la reducción del presupuesto nacional para ciencia y tecnología ha sido muy marcada y todos los proyectos se vieron afectados. Al respecto, Pérez le dijo a TSS: “Yo tengo un proyecto de vacuna que está paralizado por falta de presupuesto. Estaba funcionando y con el nuevo Gobierno quedó paralizado. Con la mitad del subsidio que adelanté, más otro anterior, pude hacer esta publicación sobre la vacuna. Las otras pruebas que tenemos por delante dependen de que terminen de pagar este subsidio y tenemos dos más pedidos pero no sabemos si van a salir o no. Dependemos de cómo siga la ciencia de acá en más y hay mucha incertidumbre. Mientras no tengamos esos subsidios y no acceda a otros internacionales, o de la provincia, calculo que podré seguir trabajando hasta mediados de año y después no pueda seguir más”.

 

 

Por Matías Alonso

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Agencia TSS –