El seleccionado masculino derrotó a Brasil por 3-2 (25-23, 20-25, 20-25, 25-17 y 15-13) en el duelo por el tercer puesto de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Como en Seúl 1988, el seleccionado masculino de vóleibol ganó el duelo sudamericano por el tercer puesto y se quedó con la medalla de bronce. En un partido para el infarto, y después de dos horas y 17 minutos, Argentina superó a Brasil por 3-2 (25-23, 20-25, 20-25, 25-17 y 15-13) e hizo historia en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Argentina se tomó revancha del duelo que perdió ante Brasil en el partido de la primera fase. Aquel que ganaba por 2-0 y se le fue de las manos. Ya habían caído en el debut frente a Rusia (3-0). Y cuando el equipo estaba contra las cuerdas comenzó la levantada: 3-2 sobre Francia, remontada contra Túnez para sellar otro 3-2 y clasificación luego del contundente 3-0 ante Estados Unidos.
Luego, en cuartos de final, Argentina dejó afuera a Italia tras ganarle por 15-12 en el quinto parcial y así se aseguró una medalla. Fue derrota contra Francia (3-0) en la semifinal y entonces sí llegó el clásico en el que el equipo conducido por Marcelo Méndez se impuso con esfuerzo y jerarquía para colgarse la de bronce después de 33 años. Histórico e inolvidable.
El equipo argentino estuvo integrado por Luciano De Cecco y Matías Sánchez (armadores); Bruno Lima y Federico Pereyra (opuestos); Sebastián Solé, Martín Ramos y Agustín Loser (centrales); Facundo Conte, Ezequiel Palacios, Cristian Poglajen y Nicolás Méndez (receptores); y Santiago Danani (líbero).
Fuente: Ministerio de Turismo y Deportes